We're just friends

8. Robin, la rara

Nancy miraba una y otra vez el reloj colgado en una de las paredes del salón, mientras su compañero y amigo Fred la ayudaba a armar la primera página del periódico escolar.

La morena movía los artículos e imágenes de un lado a otro no muy convencida, y la voz de su compañero Fred solo lograba distraerla, aquel chico era un buen periodista pero al momento de trabajar olvidaba que el silencio era un buen aliado.

—¿Sigues soltera? —preguntó de la nada, mientras miraba como la morena movía el artículo principal de un lado a otro, tratando de armar una de las páginas del diario.

—¿Qué? —preguntó con un tono de sorpresa en su voz.

—Escuché que te separaste de Jonathan —dijo un tanto dubitativo.

—¿Cómo...? —dijo confundida, cómo era posible que todo se supiera en aquel pueblo, pero detuvo aquella conversación rápidamente—. No importa, puedes concentrarte y ayudarme a terminar la página.

—Vale, parece que tienes prisa —rió entre dientes el joven castaño.

—Si, tengo prisa.

—¿Tienes una cita? —preguntó con interés mientras se acomodaba sus anteojos.

Nancy puso los ojos en blanco, por qué de pronto su vida amorosa era tan importante.

Quiso responder pero fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose de golpe dejando entrar a Robin al salón.

—Hey —saludó con su mano con algo de timidez, viendo al pequeño grupo del periódico escolar.

—Hey Robs, ya termino y nos vamos —dijo con una pequeña sonrisa.

—Oh claro, no hay problema —respondió la rubia restándole importancia con un gesto de sus manos—. Te espero afuera —agregó para cerrar la puerta tras ella.

—Claro —respondió la morena con una sonrisa que se desvaneció al ver el rostro contraído de Fred—. ¿Ocurre algo?

—¿Eres amiga de Robin Buckley? —preguntó con un tono extraño, que Nancy no pudo descifrar.

—Si —dijo algo dubitativa—. Si, es mi amiga —afirmó con seguridad.

—Oh —respondió sin agregar nada más pero la morena pudo sentir que Fred quería hablar.

—¿Te cae mal?

—Oh no, solo que ya sabes lo que dicen de ella —dijo sonando un tanto misterioso.

—¿Qué? ¿Qué es lo que dicen?

—Ella es —aclaró su garganta—. Dicen que es rara —murmuró como si aquello fuera malo.

—Si, demasiado —susurró la morena riendo entre dientes.

—No, no es eso... dicen que es rara como que le gustan las chicas —dijo Fred algo incómodo, ni siquiera sabía porque estaba aportando aquel rumor, pero no quería que hostigaran a su amiga.

Nancy lo quedó viendo con sorpresa, aquello era lo último que esperaba escuchar.

Sabía que había gente diferente, aquellos que se sentían atraídos por el mismo género pero nunca vio eso en Robin, ella era diferente porque parecía vivir en un mundo superior al que habitaban y ser su amiga era todo un honor.

—Solo ten cuidado Nance —le pidió su amigo con una pequeña sonrisa.

Nancy frunció el ceño un tanto molesta, era la primera vez que su amigo se comportaba como la gran mayoría del instituto, como un imbécil.