We're just friends

2. Mike me lo dijo

Robin se sobresaltó cuando Steve apareció frente a ella en la cafetería del instituto.

Aún le parecía raro sentarse con el chico mas popular del instituto, pero al menos los rumores sobre su sexualidad habían cesado y ahora era la envidia de sus compañeras.

—Steve, puedes comportarte —dijo sin entender las miradas psicóticas de su amigo a cada esquina del comedor—. ¿Qué ocurre?

—Debo decirte algo importante.

—Vale, dime —dijo dejando la bandeja con su almuerzo a un lado.

—Aquí no, te veo en el salón de química en cinco minutos —le pidió para correr fuera de la cafetería como un maniático.

Robin suspiró preocupada, miles de interrogantes se cruzaron por su mente.

Esto tendría que ver con los rusos a los que se enfrentaron o las confidencias que ambos se dijeron en el baño del cine.

No quiso indagar demasiado, lo mejor era comprobarlo por su cuenta.

Al levantarse de la mesa pudo escuchar la risa de Nancy a tres mesas de distancia, comía su almuerzo junto a su grupo de amigos y perdió la noción del tiempo cuando sus miradas se cruzaron, trago saliva y la saludo con su mano para recibir una sonrisa.

Al entrar al salón pudo ver a Steve jugando con uno de los tubos de ensayo, aquel chico no podía quedarse quieto ni un segundo.

—Aquí estoy, puedes decirme qué ocurre —dijo para cerrar la puerta tras ella.

—Nancy.

—¿Qué tiene Nancy? —cuestionó algo confundida.

—Ella está soltera —dijo para dejar los instrumentos del laboratorio en su lugar.

—Oh, no lo sabía —respondió ante el misterio que había creado su amigo alrededor de aquella nueva información.

—Y creo que ella sigue sintiendo algo por mi —agregó acomodando su cabello.

Robin tragó saliva, aquello era lo último que deseaba escuchar por parte de su amigo.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó tratando de no sonar afectada.

—Mike me lo dijo, la otra noche en el videoclub —respondió con media sonrisa— ¿Por qué crees que fue al videoclub?

—No lo sé, tal vez quería alquilar Blade Runner —dijo recordando que aquella noche le había recomendado a la morena que llevará una de sus películas favoritas de ciencia ficción.

—No, se separó de Jonathan y quiere volver conmigo.

—¿Pero tú no estás saliendo con Olivia? —preguntó con algo de confusión.

—Eso fue un amor de verano, lo mío con Nancy siempre fue real —dijo con seguridad para acercarse a su amiga—. Es ese tipo de amor que sientes por Tammy Thompson.

Robin asintió algo incómoda, tal vez aquella noche no debería haber mentido.
Debería haber dicho el nombre de Nancy, pero no pudo.  
                                                     
No podía romper el corazón de Steve, no podía traicionarlo de esa manera.

—Vale, si tanto gusta de ti porque no le hablas a ella —dijo un tanto molesta lo que sorprendió a su amigo—. Quiero decir, ¿por qué me lo dices a mi?

—Necesito tu ayuda —respondió con una media sonrisa tratando de verse como un niño inocente—. Debes ayudarme a recuperarla. 

—¿Qué? ¿Cómo se supone que voy a ayudarte?

—Quiero que te hagas amiga de Nancy y asi puedes decirme si realmente olvidó a Jonathan y quiere regresar conmigo.

—Steve, si es verdad lo de su separación dudo que pueda superarlo en tan poco tiempo.

—O tal vez nunca lo amo lo suficiente, y la distancia le hizo darse cuenta que siempre quiso estar conmigo.

Robin suspiró algo frustrada por la imaginación romántica de su amigo.

—Si tu lo dices —murmuró en tono burlón.

—Ayúdame. Si me ayudas prometo ayudarte con Tammy o con quien tu quieras, puedo ser tu guía espiritual —agregó tomando de la mano a su amiga— pero del amor.

—No lo sé, Steve —respondió dubitativa, aquella idea no era muy buena—. Nancy y yo ni siquiera hablamos.

—¿Cómo que no? Qué fue eso en el videoclub, ustedes se entendieron en segundos —le recordó aquella noche y si, Steve tenía razón ambas hablaron de películas y nunca se sintió incómodo, jamas hubo un silencio hasta que Mike las interrumpió para pedirle a su hermana volver a casa.

—Steve, estaba trabajando. Solo eso  —respondió y sonó como la excusa mas tonta que haya inventado.

—Claro, porque tú eres muy servicial —dijo el moreno entrecerrando los ojos haciendo una mueca burlona.

—Cállate, además tu sabes que me cuesta hacer amigos —agregó sonando mas convencida con aquella excusa—. Tú eres mi único amigo.

—Que dulce.

—Deja de burlarte —pidió golpeando el hombro de Steve que se quejo con un gemido de dolor.

—Auch —dijo acariciando la zona golpeada en su hombro—. Lo siento, pero eso no es cierto —agregó para mirar los ojos azules de su amiga—. Me tienes a mi, pero los niños: Dustin, Max, Lucas me preguntan por ti. Parece que causas una buena primera impresión y sé que Nancy amaría tener una nueva amiga.

Robin asintió lentamente y sonrió internamente al saber que los pequeños también la tenían en cuenta.

—Déjame pensarlo, no prometo nada —respondió para recibir un abrazo de Steve que acepto sin quejarse.

—Gracias Robin.

El sonido de la campana los hizo separarse y ambos salieron del salón para caminar a su próxima clase.

Fin del capítulo dos.