My Aracnid Love. (M! Reader x Itsuki) [Hiatus]

Capítulo 7: Confesiones. (+Nota)

Tras una corta caminata, T/n llegó a la dirección indicada.

Allí se encontraban las quintillizas encendiendo fuegos artificiales. Por su lado, Fuutaro estaba sentado con Raiha, que estaba durmiendo sobre una banca.

—Mira quién se dignó a aparecer —habló Nino para levantarse y comenzar a caminar en dirección al chico con un notable enojo—. Dejaste a Itsuki sola.

T/n dio un paso atrás pues la chica estaba muy cerca de él.

—L-Lo siento —respondió mientras se rascaba la nuca—. Pero no la dejé sola, la dejé con Spider-Man. —soltó una risa nerviosa.

—Con o sin Spider-Man, la dejaste sola. —refutó con desdén.

—Espera, ¿Conoces a Spider-Man? —cuestionó Ichika.

—B-Bueno, podría decir que somos buenos amigos. Soy algo así como su fotógrafo personal.

—Eso es genial T/n. —dijo Yotsuba con su característico tono alegre.

—¿Crees que podría hablar con él? Quiero darle las gracias personalmente. —habló Ichika mientras se acercaba al chico.

—Lo siento chicas, pero tengo que hablar con T/n —interrumpió Itsuki tomando el brazo del chico—. En privado. —agregó con un tono tranquilo a la vez que autoritario.

Así, T/n e Itsuki se alejaron lo suficiente como para que no los pudiesen escuchar.

—T/n. —llamó la pelirroja.

—¿Qué sucede? —cuestionó el castaño.

—¿Cuándo ibas a contarme que eras Spider-Man? —preguntó mientras inflaba sus cachetes.

—Escucha, no creo que sea buen momento hablar de eso ahora —dijo mientras señalaba con su cabeza a las hermanas—. Si quieres, puedo contarte todo luego de la escuela en las gradas de la cancha de fútbol.

(N. del A. Recuerden que en Estados Unidos le llaman fútbol al fútbol americano)

—Está bien, pero allí me contarás todo.

Ambos volvieron con el resto del grupo, encendieron fuegos artificiales y tras un rato cada uno volvió a su casa.

Una vez terminado el horario escolar, T/n e Itsuki se reunieron en las gradas para tener su charla mientras el equipo de fútbol se encontraba haciendo su práctica.

—Así que aquí te mordió. —dijo la chica mientras observaba el dorso de la mano del chico y los dos pequeños puntos donde fue mordido.

—Dolió mucho. Me sentí tan mal que me desmayé. —respondió el castaño con una risa nerviosa, pues no se sentía muy orgulloso de eso.

—¿Quién más lo sabe? —cuestionó Itsuki.

—Contando enemigos, unas... 6 personas. 7 contigo.

—¿En serio?