Tang, en realidad, tenía un trabajo.
Tenía varios, uno de ellos el ser crítico gastronómico y el otro dar clases en la universidad sobre literatura china, en específico de un tema evidente. Y amaba los dos. En los momentos en lo que no estaba en el local de Pigsy, se la pasaba dando clases y disfrutando de su gran biblioteca, llena de tesoros que había logrado reunir durante su vida. Le era tan familiar ese entorno que, cuando alguien se acercó a él, supo enseguida quién era.
Y, casi, qué quería.
-Tú.
Tang no se movió.
-Monje.
Tang sonrió, sin darse la vuelta, mientras unos cuantos papeles pasaban volando a su lado. Sintió los pasos a su espalda, la puerta cerrándose, los pasos firmes primero y dudosos al final, deteniéndose tras él, como a la espera.
-Joven Red- dijo, sin mirarlo -¿Qué le trae por aquí?
-Tú eres un estudioso.
-Y tú un ingeniero talentoso.
-¡Claro que sí!- calor, luz llameante, tono de voz seguro... por unos segundos. Luego la luz dejó de bailar sobre la habitación. Llena de libros de papel y estantes de madera barnizada -Y es por eso que estoy aquí.
-¿Y en qué tema quiere ayuda, joven Red?
Silencio.
-¿Es sobre el joven MK?
Otro tipo de silencio.
-Ni Pigsy ni Mei ni Sandy ni yo tenemos esas intenciones para con él, si esa era tu duda.
-¿Qué intenciones...? ¿No eran sus padres y su hermana?
Tang se rió por lo bajo, con el corazón algo más tibio que antes.
-Sí, digamos que sí, en todo menos en sangre y en ley. Así que ninguno tiene intenciones románticas hacia MK.
-¿Ninguno?
-Ni Pigsy, ni Mei, ni yo, y dudo alguno de los sabios monos. Una pena. MK es un buen chico y de seguro haría feliz a... la persona con la que elija estar.
Tercer tipo de silencio.
-¿Pasa algo, joven Red?
-Tú sabes cómo es.
-¿Cómo es qué cosa?
-Lo difícil... las diferencias entre... entre demonios y mortales.
-MK no es exactamente mortal, ahora.
-No es... no es eso. El nació mortal, y está aprendiendo cosas, pero... no es el único que necesita aprender cosas.
Ahora sí, Tang se dio la vuelta.
Red Son parecía no saber bien qué hacer, moviéndose incómodo de un pie al otro, mirando a todos lados menos al mismo Tang.
-¿Qué tipo de cosas?
-Cómo es... una relación entre demonios y mortales. Aunque él no lo sea del todo.
Tang sonrió con suavidad.
-Bien, entonces, ¿qué te gustaría saber?- dijo, pasando a modo académico.
-Sobre romance, y sobre...
-Cada persona es distinta, joven Red.
-Y se portan de forma más o menos parecida, ¿no? Si mis padres tienen una relación así de buena, es algo posible, ¿no?
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Cómo aman los demonios
FanfictionRed son sabe que Tang es su mejor, quizás la única, opción para salir de dudas. Porque las relaciones entre demonios y no demonios pueden ser complicadas, más aún que entre demonios, y a veces los resultados no son los mejores. Y, a veces, puede que...