«La Princesa y el General» ♡︎

«Una taza de té» ☕︎

[POV Narradora]

Desde que Gorou había empezado de su cuidado en el Santuario Sangonomiya la Sacerdotisa lo visitaba de forma diaria, esta le traía pequeños regalos como caramelos e incluso se quedaba a tener una pequeña charla con el General antes de irse nuevamente a su oficina, esas pequeñas charlas eran agradables y con estás los dos se comenzaron a conocer más a fondo que el título de "General" y "Sacerdotisa de Watatsumi" les había dejado antes.

La semana paso volando para ellos dos. El General ya se había recuperado por completo y llegaba el día en que estos marcharán hacia la ciudad de Inazuma, ya que en la carta que se habia hecho llegar era una invitación de Kamisato Ayaka a venir por una junta para empezar cambio de mercancía y también pasar un tiempo juntas, ya que la Sacerdotisa y la Princesa Garza tenían una amistad afuera de sus títulos.

El día llegó, la Sacerdotisa y el General se preparaban para marcharse en bote, no iban muchos soldados para que no pareciera un ataque y además que Ayaka se haría cargo de mandar su sirviente de mayor confianza a por ellos.

Llegando al puerto ataron el bote al muelle, para luego bajarse y bajar sus pertenencias, llegaron a la entrada del muelle y ahí se encontraron a Thoma, rápidamente el General y la Sacerdotisa se les acercaron.

Gorou: "¡Que bien es volverte a ver después de tanto tiempo Thoma!"

Esto último lo dijo emocionado mientras que su colita se movía de lado a lado rápidamente, Thoma le dedico una sonrisa tanto al General como a la Sacerdotisa mientras que ayudaba a Gorou con el equipaje.

Thoma: "Digo lo mismo, es un gusto volver a verte a ti y a Su Excelencia. La señorita Ayaka ya los está esperando en la casa Kamisato."

Dijo este mientras los examinaba rápidamente para tener una postura más relajada al ver que llegaron a salvó.

Kokomi: "El gusto es mío Thoma, pero deberíamos seguir andando que no debemos hacer esperar a Ayaka."

Así que los 3 se encaminaron hacia la casa del Clan Kamisato. Por el camino pasaron por el bosque chinju, a Kokomi siempre le fascinaba ese bosque, se le hacía tan místico y silencioso.

Al llegar a la hacienda Kamisato se encontraron con Ayala en la puerta quien le dió instrucciones a Thoma para que guiará a Gorou a la habitación de invitados donde se quedarían nuestros estimados. Cuando Gorou y Thoma se fueron hacia la habitación de invitados Ayaka invitó a Kokomi a tomar un té mientras que tenían una pequeña charla.

Ayaka: "Ya que estamos las dos solas.."

Decía con algo de misterio, captando la atención de la Sacerdotisa que estaba enfrente de ella, sentada tomando el té que se le había servido.

Ayaka: "¿Quién es esa persona misteriosa que has mencionado últimamente en tus cartas?"

Kokomi se quedó callada mientras que un leve sonrojo rosado se formaban en sus mejillas, Ayaka podría a ser un tanto directa cuando la curiosidad la mataba, la Sacerdotisa tomó un respiro antes de voltear a los alrededores y hablar

Kokomi: "Pues esa persona es.."

Ayaka miraba ansiosa a Kokomi mientras que está agarraba valor para decirlo, le daba un poco de pena decirlo ya que normalmente no hablaba con mucha gente fuera de su trabajo, además de las mikos.