Capítulo 7

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La fría brisa se colaba por los grandes ventanales de aquella casa. Taehyung suspiró por quinta vez en la tormentosa mañana, sus ojos seguían clavados en el reloj que no paraba de hacer tic tac; eran casi las once de la mañana y Jimin aún no despertaba.

Llamó al doctor pero, este al revisarlo, dijo algo muy extraño; su amigo no tenía absolutamente nada pero parecía estar presentando un colapso de agotamiento por alguna razón. Él no recuerda haberlo visto haciendo algo de mucho esfuerzo, ¿cómo rayos puede explicar que colapsó de un momento a otro? ¿Qué hacía en frente del espejo? ¿Y por qué se desplomó así de la nada? 

Kim Taehyung no era supersticioso, no creía en absolutamente nada, y esta vez no era la excepción. No va a darle cuerda a los pensamientos de Jimin sobre existencias de cosas paranormales cuando no es así, todo tiene una explicación. Debe tenerlo. 

—¿Tae...?

—¡Jimin! —exclama aliviado, se acerca rápidamente a la cama en donde el joven reposa y toca su frente para revisar si todo está en orden— Al fin despiertas, casi me matas del jodido susto.

—¿Q-Qué pasó? —cuestiona confundido. Siente un peso extraño en su pecho a pesar de que no es nada y suelta un quejido de dolor cuando intenta moverse.

—No te muevas, caíste duro al suelo y probablemente te duela el cuerpo debido al golpe.

—¿Caída?

—Te desmayaste. —dice mirándolo a los ojos con atención.

Jimin traga saliva sintiéndose cohibido.

—¿Por qué estabas a las malditas tres de la mañana en un espejo? Por favor, en serio por favor, no vayas a decirme que estás intentando esos mitos que cuenta la gente para según llamar a alguien que no existe.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

Taehyung sonríe con ironía, su molestia es evidente cuando nota la culpabilidad y sorpresa en los ojos de Jimin. Es obvio que lo hizo. 

—En serio no sé a qué te refieres, ayer solo iba a la cocina por agua y probablemente me desmayé por alguna razón —le dice evitando su mirada—. Tal vez me desmayé por no comer nada, ayer no lo hice.

Taehyung tiene que morderse la lengua para evitar soltar un mal comentario.

—No mientas porque yo sé que sí lo hiciste. Te encontré en la habitación de abajo inconsciente, ¿y sabes por qué sé que lo hiciste? —cuestiona ganándose la atención del rubio, quién parece temeroso como un niño pequeño recibiendo un regaño— Porque yo también intenté llamar a esa cosa pero después me arrepentí, solo era un mito de gente idiota al cual no le daría el gusto. 

—¿Estás tan seguro de que es un mito?

Taehyung suelta unas carcajadas. —Es un mito, Jimin. 

—Ayer yo llamé a ese ser y le hice  preguntas sobre… lo que sucedió el otro día en el departamento —menciona levantándose un poco de la cama para apoyarse en la cabecera, mientras su amigo lo mira con incredulidad y molestia—. Me respondió sobre las pesadillas con Jungkook y también respecto...

—¡Ya basta, Jimin! Joder, ya basta. Esa cosa que intentaste llamar no existe, ¿de acuerdo? Todo lo que crees que es real es solo tu mente jugando contigo, estás tan afectado por la muerte de Jungkook que ahora comienzas a ver y a escuchar cosas extrañas.

—Taehyung, solo escucha...

—No, Jimin. Esto no es sano para ti ni tampoco para mí ahora que estás en mi casa.

El chico de rubia cabellera se calla abruptamente después de escucharlo, baja su mirada apenado y parece dolido. —Puedo irme si quieres… lo último que quiero es molestarte. 

—Te ofrecí mi casa para que no te sientas abrumado con tantos recuerdos en tu departamento, no quiero que te marches de aquí —responde con rapidez—. Sin embargo, debes saber que si sigues así entonces te llevaré con alguien para que te ayude a superar el proceso traumático que experimentaste al perder a Jeon.

Jimin no emite ninguna palabra, asiente una única vez mientras llora en silencio.

Ambos se quedan quietos sin decirse nada más, pero lo que interrumpe el tortuoso silencio es la puerta de la habitación en la primera planta cerrándose de un portazo fuerte. 

—¿Q-Qué fue eso? —pregunta rápidamente el rubio con temor, su mirada cae en su amigo quien se levanta confundido— Tae, no me dejes solo. ¡Taehyung!

—Solo quédate aquí. —le responde con calma antes de salir por la puerta y dedicarle una última mirada.

Taehyung camina de manera cautelosa por las escaleras para evitar realizar el mínimo ruido posible, si alguien entró a su casa entonces podría pillarlo desprevenido. Cuando finalmente baja todos los escalones puede notar la puerta al final, está cerrada. Sus ojos observan a todos lados intentando buscar al culpable; no hay huellas, no hay objetos removidos, no hay nada. Ni siquiera cuando mira la puerta principal; no parece forzada, ni rota. Entonces, ¿qué diablos estaba sucediendo?

«Ah, que se jodan. No le temo a nada».

¿A nada? 

El chico se sobresaltó con aquel susurro lastimoso, tan tenue que apenas alcanzó a escuchar algo. Apretó sus puños armándose de valor y abrió la puerta de una patada, todo estaba en perfecto orden a excepción de una cosa. 

El espejo.

Tenía una enorme mancha roja cubriendo la mayoría del cristal, parecía sangre fresca. Pero eso no era lo más importante, sino lo que decía.

"No vuelvas a hacerlo llorar".

—¿Qué carajos? —susurró confundido. Miró con asco el cristal del espejo por varios segundos y tocó con su mano aquella mancha roja— ¿Pero qué es esto?

Decidió tallar la mancha con su dedo, en cuanto más tallaba parecía visualizarse algo al fondo. Algo como… un rostro.

Justo cuando iba a finalizar para ver aquel rostro, el grito de Jimin lo alarmó de inmediato.

—¡Kim Taehyung! 











DON'T MOVE. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora