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Capitulo 2: Estambul

Al llegar al puerto de Estambul, Yelena quedó abrumada por el bullicio y el caos que la rodeaba

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Al llegar al puerto de Estambul, Yelena quedó abrumada por el bullicio y el caos que la rodeaba. Los barcos amarrados balanceaban sus velas mientras los marineros descargaban mercancías. El aire estaba impregnado del aroma a especias y pescado fresco, y las voces de los comerciantes se alzaban en una cacofonía multilingüe.

¿Qué pecado había cometido para merecer tal castigo? ¿De verdad se merecía perder su libertad y volverse una esclava? ¿No era muy joven para esto?

El mercado de esclavos era un lugar sombrío y claustrofóbico, con puestos atestados y el olor penetrante del sudor humano. Los rostros de las chicas reflejaban el miedo y la incertidumbre mientras los compradores las evaluaban como si fueran simples mercancías.

Mientras la pelirroja se desdichaba en su pena pudo escuchar a unos hombres hablar sobre el Sultán. Decían que era joven, pero tenia experiencia gobernando Manisa y ya tenía un heredero. No tardo en descubrir que Selim I había fallecido y que su hijo Ahmed ascendió al trono. El pueblo parecía contento y tenía altas expectativas en el nuevo sultán.

Yelena sintió un nudo en el estómago al ser empujada hacia la fila de las otras chicas. Sus pensamientos eran un torbellino de desesperación y rabia. '¿Cómo puede ser esto justo?' se preguntaba. Cada vez que un hombre la miraba con interés, sentía un escalofrío de repulsión.

—Acérquense, señores y admiren a estas hermosas mujeres —gritó Abdul Efendi.

"Mujeres"  La más grande del grupo era Inna y solo tenia 17 años. El Efendi fue presentando a las niñas y las ofertas empezaron. La primera, Azra de Bosnia, la compraron para un burdel. La segunda, Alexandra de Polonia, ahora era la sirvienta de la esposa de un hombre rico. Alisa y Katerina de Rusia fueron compradas para ser cocineras. Muchos hombres intentaron comprar a Yelena pero Abdul Efendi se negaba y les presentaba a otra.

La subasta avanzaba rápidamente y cada vez que una chica era vendida, el corazón de Yelena latía con más fuerza. Se sentía como un animal enjaulado, esperando su turno para ser juzgada y comprada. Cuando Abdul Efendi comenzó a hablar de ella, sintió que el tiempo se detenía.

—¿Cuánto por la pelirroja? —pregunto el extraño. 

—No le recomiendo llevársela, es irrespetuosa y no conoce limites ¿No le gustaría llevarse a las otras chicas? Valeria es de Venecia y conquistará a nuestro sultán después de una noche. Y Nadya puede ser joven pero es de familia noble y sería una muy buena sirvienta para la Valide Sultan.

—¿Cuánto me saldría?

—100 aspers por las dos.

—Hecho ¿Y esta? —dijo señalando a la rusa.

—300 aspers —susurró molesto el Efendi. Le había prometido a esa muchacha pelirroja a otro hombre ruso pero no podía rechazar a uno de los confidentes del sultán. 

𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐲 ©Where stories live. Discover now