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Capitulo 7: Destinados a enamorarnos

—Esmehan, eres el regalo más hermoso —dijo el sultán, sus dedos recorriendo suavemente el contorno de su rostro

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—Esmehan, eres el regalo más hermoso —dijo el sultán, sus dedos recorriendo suavemente el contorno de su rostro.

—Ahmet, ¿me concedería un deseo?

—Dime lo que quieras y lo concederé.

Esmehan Hatun guío al padishá por la habitación y se sentaron juntos frente a la chimenea, el calor de las llamas acariciando sus rostros mientras el crepitar de la madera llenaba el aire.

—Si usted me lo permite, quiero convertirme al islam.

—¿Lo deseas sinceramente?

—Por supuesto ¿Está permitido?

—El islam no rechaza a nadie que lo busque, Esmehan —dijo el badshah antes de pararse y ir a buscar el pañuelo.

Esmehan tuvo tiempo de analizar toda la situación que pasó antes de ir a la Hasoda. Mahidevran se había quedado sin palabras cuando Sümbül le dijo que el sultán rechazó a la concubina. Ella se fue de inmediato del lugar para prepararse lo más rápido posible y Gülbahar se quedó allí sola. Esperaba que la Baş Kadin no se enojará con ella. Era más fructífero ser su amiga que ser su enemiga.

El sultán le puso un pañuelo dorado con bordes plateados sobre su cabeza, después se lo acomodó para intentar que se viera el mínimo de su cabello.

—Ahora debes proclamar el testimonio de fe. Repite después de mí las palabras que diré. No hay otro dios que Alá

—Testifico que no hay otro dios que Alá

Y testifico que . . .

—Y testifico que

Que Mahoma . . .

—Que Mahoma

Es su sirviente y mensajero.

—Es su sirviente y mensajero.

Al terminar de decir el testimonio, Ahmet le sonrió, sus ojos brillando con orgullo y ternura. Le otorgó un beso en la frente, sintiendo una conexión más profunda con ella.

—Ahora eres una mujer musulmana, debes aprender el Corán y nuestras formas de vida.

Esmehan sintió un nudo en el estómago y una opresión en el pecho al escuchar las palabras del sultán, como si una sombra hubiera caído sobre su alma. Ya no había escapatoria, esta era su vida y debía aprender a vivir con ello.

—Si eso significa que estaremos más tiempo juntos —dijo Esmehan con una sonrisa tímida.

Ahmet asintió con la cabeza, sus ojos reflejando una mezcla de esperanza y determinación. Le ofreció una mano firme para ayudarla a levantarse. Colocó un mechón de cabello de la Hatun detrás de su oreja y su mirada se detuvo en el collar azul que colgaba del cuello de Esmehan, despertando un destello de reconocimiento en su memoria.

𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐲 ©Where stories live. Discover now