Escape de un planeta hostil

Despedida

Ya casi ha terminado la semana en la que Ciro podía estar con su familia y vaya que la ha pasado en grande con ellos. La familia estaba regresando a la camioneta después de un agradable día y ahora, el sol ya estaba a punto de esconderse, así que se dirigían al cine, ya habían comprado los boletos por internet, por lo que solo tendrían que mostrar el teléfono en la entrada y saltarse todas las filas. 

Al llegar mostraron el teléfono como lo habían planeado y entraron a la sala. La película que iban a ver era de los géneros menos favoritos de Ciro, fantasía. Él prefería la ciencia ficción, la acción y en ocasiones la comedia; principalmente si había naves y aliens en esas películas, pero bueno, en esta ocasión le tocaba escoger a su hijo. Por lo menos la película era conocida y estaba calificada con 4.7 estrellas, por lo que no sería una mala. 

...

Ya salieron del cine y ahora están en la camioneta rumbo a casa. A Ciro le sorprendía lo mucho que podía hablar su hijo. No paraba de hablar sobre lo maravillosa que fue la película y lo mucho que le gustaría que existieran muchas más como esas.

— Ojalá pudiera vivir una gran aventura llena de magia y criaturas como las de la película, papá, ¿tú crees que algún día podré vivir una aventura así? 

— Por supuesto que sí, Adrián, algún día podrás vivir una gran aventura como esas, o bueno, algo parecido — respondió Ciro.

— ¿Cómo que algo parecido? — preguntó con la cabeza un poco inclinada.

— Verás — respondió Freya — tu papá te tiene una sorpresa llegando a casa.

— ¡Una sorpresa! — dijo emocionado. — ¿Qué sorpresa papi?

— Bueno hijo — dijo Ciro entre risas — si te lo digo no será una sorpresa, lo descubrirás al llegar a casa.

Ciro estaba muy emocionado por darle ese regalo a su hijo, había pasado toda esa semana asegurándose que fuera perfecto y que pudiera mantener entretenido a su hijo un largo tiempo para que tuvieran algo de que hablar cuando él regresara.

Pero así como Ciro estaba emocionado, su hijo no paraba de pensar e imaginar todas las cosas que podría regalarle su padre.

...

Llegaron a la casa y Adrián saltó de la camioneta apenas esta paró.

Mientras Freya buscaba las llaves de la casa, Ciro le dijo a Adrián que su regalo estaba en su habitación.

Él y Freya lo habían arreglado todo en la mañana, mientras su hijo esperaba ansioso en la camioneta por ir al parque, así que planear la sorpresa había sido relativamente sencillo.

Cuando Freya logró abrir la puerta, Adrián salió volando a su habitación, ella cerró la puerta y acompañó a Ciro a la habitación de su hijo mientras reían. 

Cuando todos estuvieron en la habitación Ciro le mostró el regalo a Adrián, en una esquina del cuarto había una gran caja de cartón de lavadora al lado de una de refrigerador, todo estaba decorado y pintado así que parecía un castillo medieval en lugar de simples cajas. Ambas estaban unidas y tenían una puerta y pequeñas ventanas al frente y los lados de la estructura. A Adrián le brillaban los ojos, nunca había tenido una casa de cartón donde jugar.

— ¿Puedo entrar? — preguntó emocionado.

— Claro, ¿si no para que está? — respondió Ciro mientras abrazaba a Freya por el hombro.

Entonces Adrián entró y pegó un grito que, madre mía, hubiera asustado a los padres si no supieran lo que en verdad era.

— ¿Esto que es? — pregunto Adrián saliendo de la estructura con un montón de paquetes de varios tamaños.

— También son parte de tu regalo — respondieron ambos padres mientras reían.

Adrián desenvolvió todos los paquetes, en el más pequeño había muchos lápices y plumas de todos los colores. En el mediano había 10 cuadernos de raya, espera, ¿cuadernos?

— ¿Para qué cuadernos papá? 

— Me sorprende que preguntes de los cuadernos y no de las plumas y los lápices — dijo riendo — los cuadernos son para que puedas escribir todas esas historias que te imagines o que te gustarían vivir, y no solo eso, si alguna vez imaginas una persona que no existes, pero que te agrada o simplemente nació de tu imaginación podrás escribirla ahí. Esos cuadernos serán tus mundos, tus aventuras y podrás revivirlas cada vez que las leas de nuevo.

Adrián se quedó viendo las libretas, sorprendido del poder que podían tener, después les dio un gran abrazo. Se paró, agarró los lápices y las plumas sin soltar los cuadernos y los llevó todos a su escritorio. Se dirigió de nuevo a donde había dejado el paquete más grande, lo agarró y lo llevó a la cama.

El último paquete lo abrió de forma más cuidadosa sabiendo el gran valor de los regalos que le estaba dando Ciro. entonces vió la portada de un libro, con un gran caballero en el centro, con su armadura reluciente y una gran espada en una mano y un gran dragón a su lado, como si fueran compañeros. Lo mejor de todo es que no solo había uno, sino cinco libros, todos de fantasía como le gustaban a él. 

Ciro vio como la mirada de su hijo se levantaba y lo miró a los ojos, unos ojos llenos de alegría y valentía.

— Muchas gracias, papá, es el mejor regalo de todos. 

Fue hasta ese momento que Ciro dejó de abrazar a su esposa y la agarró de la mano, ambos se dirigieron a la cama de su hijo y tuvieron un gran abrazo de familia, los tres. Era una sensación muy cálida y reconfortante, nadie quería deshacerlo, pero Ciro tenía una razón para ello.

— Mañana tengo que partir a una misión, no puedo faltar, así que en lo que no estoy por favor tengan cuidado y espérenme, ¿si? Regresaré. Y cuando esté aquí de nuevo podrás contarme lo que has escrito y qué tal te parecieron los libros. ¿De acuerdo?

Acarició el pelo de su hijo y besó a su esposa, no los volvería a ver por unos meses. Todos tenían lágrimas en los ojos, pero así eran las cosas, y habría que vivir con eso hasta que él, Ciro, se retirara y tuviera una vida un poco más tranquila.

Arropó a su hijo y se despidió de su esposa. Prefería dormir en el sillón para no despertarla al día siguiente. Así que después de acomodarse se quedó dormido en el sillón con una gran aventura, esperándolo al día siguiente.

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Hola, espero que estén bien.  A partir de aquí empieza lo chido, disculpen si alargué un poco la introducción. :D