𝐎𝐍𝐄 𝐃𝐀𝐘, 𝐎𝐍𝐄 𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑 [𝐘𝐄𝐎𝐍𝐇𝐘𝐔𝐍]

F L O R E S

Estiró su cuerpo con pereza tapando con su mano derecha su boca al bostezar, ya pasaba del medio día, pero aún así sentía que no tenía energía para nada.

Yeonjun lo había condenado a pasar una semana sin ir al trabajo, un puchero se instaló en sus labios al recordar eso.

Todo por esa estúpida planta, observó su mano aún vendada, por lo menos había aprendido a no tocar cosas que no sabía que eran. Seguro Yeonjun ahora lo veía como un idiota, se sentía como un niño, no sólo porque era bastante extraño que la planta causara una reacción así siendo ya un adulto, sino por la forma en la que había sido tratado y regañado levemente.

Dejó salir algo de aire de sus pulmones en lo que veía por la ventana de su cuarto, el cielo tenía buena pinta y el clima parecía agradable, ni tanto frío, ni tanto calor, simplemente perfecto para algunos, pero a él no podía parecerle de otra manera que no fuera aburrido.

Pensando en lo que debía hacer para no continuar aburriéndose una idea llegó a su cabeza.

Podía ir a cuidar el pequeño jardín que había estado construyendo en el patio trasero de su casa, sabía que Yeonjun le dijo que no fuera a trabajar para que no se ensuciara la herida, pero ya habían pasado cuatro días y la venda lo protegería, ¿Verdad?

Algo apresurado se dirigió hacia el exterior de su hogar, viendo con orgullo aquellas plantas completamente florecidas y otras llenas de botones.

Amaba eso.

Se estaba acostumbrando a esa sensación que producían las flores al encandilar con su belleza y quedar encantado con su aroma.

Las flores que tenía eran todas obsequios de su mayor, cada día luego de trabajar le daba una plantita, cada una encantándole más que la anterior.

Frunció sus labios al ver cómo la maleza comenzaba a crecer entre sus flores, debía hacerse cargo, si crecían acabarían con la efímera belleza del lugar.

Puso sus guantes en sus manos, disponiéndose a sacar aquellos pequeños pastos.

Se dedicó a su trabajo con precisión, acabando luego de unos minutos. El sudor recorría su frente, el que dijera que mantener un jardín bonito era fácil estaba mintiendo descaradamente.

Pero, a pesar de todo sonrió, lo lindo de las plantas es que puedes ver su crecimiento y cambios día a día, puedes darte cuenta de cuándo haces algo bien o algo mal casi al instante. Sólo hay que darles lo que necesitan, ni más ni menos. Eran seres maravillosos.

Fue por una pequeña regadera que tenía allí, para poder darles agua a sus queridas plantas y que de esta manera sus colores pudieran seguir tan intensos como siempre.

Estaba recién comenzando cuando sintió unos pasos acercándose, venían del interior de su hogar por lo que no le dio mucha importancia, sintió murmullos y cortas risas, finalmente la puerta que daba al patio trasero fue abierta y dejaba ver cómo dos mujeres se aproximaban hacia él.

—Taehyun, tu tía ha venido de visita— Anunció con alegría su madre, dejó de lado lo que estaba haciendo por unos instantes, para acercarse a saludar.

—Oh, buenas tardes— Dijo haciendo una pequeña reverencia, sacando una risa por parte de la mayor.

—No tienes por qué ser tan formal conmigo, Taehyun, somos familia— Seguido de eso lo envolvió entre sus brazos con fuerza, logrando quitar el aire de sus pulmones.

—¿Y cómo ha estado?— Logró decir una vez fue liberado.

—Bastante bien a decir verdad— Rió suavemente. —Hace unos días fui a ver a tu abuela, dice que últimamente no la vas a ver— Taehyun miró hacia otro lado cayendo en cuenta de ese pequeño detalle, debía ser el peor nieto del mundo por olvidar ir a visitar a su abuela.

—La verdad es que el pequeño Taehyunnie no ha tenido tiempo ni de estar en casa últimamente— Recriminó su madre con una ceja alzada.

—¿Y eso por qué? ¿Será que Taehyun finalmente consiguió una pareja?— Molestó, las mejillas del recién nombrado se calentaron, tiñéndose rojizas por el comentario.

—No es eso, tiene un trabajo ahora y cuando no está allí viene directamente a cuidar de su jardín— Los ojos de su tía se iluminaron ante la mención de esto último.

—¿Un jardín? ¿Podría verlo? Amo las flores— La emoción en su rostro era visible, por lo que Taehyun la guió hacia su pequeña sección del jardín que tenía plagada de flores de distintos colores.

La de mayor edad sonrió acercándose un poco más para lograr percibir el agradable aroma que las flores tenían.

—¿Las has comprado tú?— La pregunta fue tan repentina que tomó por sorpresa al menor, que aún así logró responder a la brevedad.

—No, cada una de ellas han sido regalos, estoy trabajando en una floristería y el dueño es un amigo, dijo que sería más fácil para mí si tenía cerca más flores y me acostumbraba a ellas, así que me ha estado dando pequeñas plantas con el pasar de los días— Explicó.

Los ojos de la mayor casi salen de sus órbitas al escuchar la información, para luego golpear su hombro con fuerza reducida.

—¿Un amigo? ¿Estás seguro de eso?— Inquirió con una mirada juguetona que sólo logró confundir a su sobrino.

—Bueno, no sé si él me vea como un amigo o un simple trabajador, pero es como un amigo para mí— «Aunque quisiera que fuera mucho más», terminó por agregar en su mente.

—¿Sabías que las flores significan diferentes cosas por su tipo y color?— Se giró a verlo completamente, dejando de lado su fascinación por el jardín unos segundos.

—Yeonjun me ha dicho algo sobre eso, pero aún no quiere enseñarme lo que significan, dice que lo hará más adelante— Como si todo estuviera conectado por fin logró armar todo el rompecabezas en su mente.

—El pequeño Taehyun tiene un enamorado— Dijo con voz cantarina, logrando que Taehyun se atragantara con su propia saliva.

—¿Por qué dice eso?— Cuestionó, el sonrojo tornándose de una tonalidad más fuerte.

—Porque todas las flores que ese chico te ha dado, tienen significados bastante especiales— Taehyun quiso golpearse la frente.

—No creo que tenga conexión alguna tía, sólo quiere que haga bien mi trabajo— Terminó por decir.

La mayor lo observó con el ceño fruncido antes de suspirar.

Bueno.

Cada quién ve lo que quiere ver.

Mientras tanto la mente de Taehyun se transformaba en un real tornado de ideas.

No había posibilidad de que su tía hubiese concluido eso sólo por unas flores, pero de todas maneras, ¿Cuáles serían los significados a los que ella se refería?

Negó con la cabeza.

Seguramente no era nada importante.

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