𝐀𝐃𝐑𝐈𝐄𝐋 © [Bilogía "Trastornos" #2]

II. disfuncional

Cada familia es disfuncional, si desea admitirlo o no.
—Shailene Woodley

Adriel

—no quiero ir—dije sin titubeo alguno.

—ya habíamos discutido esto Adriel—respondió mamá dejando su copa de vino a otro lado.

—en ningún momento acepté, ¿o si mamá?—hice el plato a un lado.

Si, estábamos el la "cena familiar"

—es necesario que ya comiencen a vivir su juventud normal—dijo papá Marcos.

—si, y como somos tan normales—hice comillas en la última palabra con un tono sarcástico.

—¡Adriel! Deja de hablar así de nuestra familia. — mamá me responde algo alterada.

—si no lo notaste mamá, Ian pasa sumido en audífonos planeando...yo que se! Talvez como degollarme mientras duermo, Kyan explota en ira cuando no tiene en sus manos su nueva obsesión, ni hablemos del menor y Mia...pues Mia es Mia—la miré y ella me fulminó con la mirada. —ahora hablemos de que tenemos cuatro papás—me levanté de la mesa —aquí nadie puede vivir una vida normal.

Caminé hacia el patio sin escuchar los reclamos de mi mamá, estaba harto, porque querían venir a cambiar nuestro sistemas, toda la vida habíamos estudiado en casa, porque ahora querían llevarnos a una universidad.

Llegue al jardín principal y me senté en una banca saqué un cigarrillo y lo encendí, lo coloqué en mis labios y le di una calada para comenzar a sentir la nicotina relajar mi cuerpo. 

Pensé mucho en como sería para mis hermanos este cambio, como podría protegerlos si no los podría ver todo el tiempo, en especial a Mia, ella es muy ingenua.

Escuche pasos acercarse y giré mis rostro para ver a mamá acercase con mi papá Matias, le di una última calada al cigarro y lo apagué porque no me gustaba fumar en frente de mamá.

—Adriel, ¿podemos hablar?—mencionó mamá tranquila.

—si—respondí sin alguna emoción reflejada en mi rostro.

Ellos dos se sentaron a mi lado y espere paciente para escucharlos.

—tu eres el mayor Adriel, has aprendido mucho y realmente estamos orgullosos de lo bueno que te has convertido en tu carrera—habló Matias.

—que seas criminalista nos sirve mucho, jamas sospecharían de nosotros—dijo mamá dando a entender que me ocuparían como camuflaje, ¿lindo no?

—es necesario que recibas la especialidad en la universidad, aparte tambien el trabajo de campo—agregó Matias, poniendo su mano en mi hombro.

—me preocupan mis hermanos—admití trantándo de ocultar la preocupación.

—hijo, debes parar, ellos son grandes, no tienes que salvar a todos—papá agregó y yo comprendí porque lo decía.

—no pudieron salvar a mi papá...no quiero perder a nadie mas—me levanté  y los miré a ambos.—pero lo haré, por ustedes—caminé hacia mi habitación.