𝐀𝐃𝐑𝐈𝐄𝐋 © [Bilogía "Trastornos" #2]

III. Demonios Atractivos.

(Vestimenta de Adriel👆)

Cuanto mas perfecto luzca uno por fuera, mas demonios tiene por dentro.
—Sigmund Freud

Elizabeth

Actuar como que no me doy cuenta, es mi especialidad y justo eso hice al no poder sostenerle la mirada al de ojos grises.

Vamos Elizabeth continua!

Me animé a mi misma para poder salir del incómodo momento y dirigirme a mi asiento, gracias a Dios y estaba algo lejos de el. 

El profesor Lucas entro con su bata, debíamos de terminar de recibir una clase que debíamos la clase pasada y no pudimos terminar, para hacer un pequeño experimento casero.

—buenos dias estudiantes—saludó animado el hombre de bigote colocando su bolso en el escritorio.

—buenos dias—respondimos al unísonido.

—hoy tenemos un nuevo ingreso, joven Wood, puede ponerse de pie y presentarse porfavor—pidió amablemente y todos miramos descaradamente hacia el ojos grises, ya que era el único que no conocíamos.

El chico se puso de pie acomodando su cabello, miro hacia el frente y metió sus manos en los bolsillos.

—Soy Kyan, Kyan Wood Hunter y si no le molestan profesor, llámeme por ambos apellidos o solamente por mi nombre—formó una media sonrisa de labios juntos.

—disculpa Kyan, dinos de donde vienes, cuantos años tienes y cual es tu carrera—prosiguió el profesor.

—nuestros padres eran de acá, pero se mudaron muy jóvenes a Francia, ahora nos mudamos acá de nuevo, tengo 20 años y estoy en cuarto año de Química—habló con mucha seguridad y volvió a sentarse.

Las chicas comenzaron a murmuran, diciendo cosas como de lo sexy que estaba y lo interesante que se ve.

—valla, Francia ¿eh?, entonces habla francés, el idioma del amor ¿no?—habló el Sr. Lucas tomando un marcador.

—bien sûr professeur.—respondió Kyan en francés con seguridad.

Escuche muchos suspiros de chicas y podría jurar que la mayoría de ellas mojaron sus bragas por una simple frase que cualquiera puede aprender en Google.

—podría traducirnos señorita Warren?—enfatizó el profesor hacia mi, dejándome perpleja.

Sentí la mirada de todos caer sobre mi, en especial la del ojos grises.

—el dijo: por supuesto profesor—respondí inmediata.

Miré de nuevo al chico nuevo y me miró con una sonrisa ladina, regresé mi vista al frente y agradecí ser francesa.

—pues bienvenido Kyan, espero puedas sentirte a gusto y gracias por la traducción señorita Warren—finalizó el profesor.

Sin mas la clase continuó, de vez en cuando podía sentir la vista de ese chico sobre mi, pero yo lo ignoraba y me concentraba en terminar los apuntes de mi clase y no perder la explicación del experimento que teníamos que hacer en la siguiente clase.