XIII. Mi Padre.

906 98 124
                                    

Tómate el tiempo que necesites, hasta que aprendas a vivir solo con su recuerdo.
—Anónimo.

Elizabeth

Odio sentir la fuerza de su presencia sobre mi cuerpo al dejarlo inmóvil, y es que no comprendo como es que logra darme tanto miedo, pero sus ojos me causan curiosidad.

El actuaba tan extraño, teníamos un cadáver a unos metros de nosotros y el acaba de tener una erección ¿es enserio!?

—Eli! Te estaba....—Chris habló en la entrada a mis espalda llevándose la atención de ambos. —tienes sangre, ¿pasó algo?¿te hizo algo?!—se acercó rápidamente. 

—ya zanahoria relájate —Adriel se enderezó y metió su mano sacando una pastilla en una bolsita—si quieres te doy una para que te calmes—el hizo una media sonrisa macabra.

—yo no tomo porquerias—dijo en un tono molesto.

—oye si no puedes pagarla tranquilo—se acercó a él dejándome atrás y yo girandome por completo hacia ellos—la casa invita!—dijo en un tono burlón.

—¿que le hiciste a Eli?—dijo Chris con ojos feroces de furia.

—¿tu juguete?— me miró de pies a cabeza—no como sobras no te preocupes—dijo serio resoplando por la nariz y dirigiéndose a la puerta

—¡disculpa idiota!—dije molesta, caminando firme hacia el, lo tomé de un hombro para girarlo hacia mi y su rostro se había vuelto ilegible.

—¿que? ¿Te molesta que no te quiera comer?—dijo completamente serio. —no te creas la gran cosa Elizabeth —se volteó y siguió caminando hacia la salida—mejor resuelve lo de tu cadáver allá atrás.

—¡¿cadáver?!—gritó Chris.

—mejor amarra a tu mascota, anda matando a todo el mundo—dijo Adriel ya en la puerta tratando de ahogar una risa.

Yo apreté mis dientes, ya no quería discutir con ese loco de mierda y mejor me ocupaba de lo de Miriam.

—Chris, necesitamos ayuda, Miriam esta...—no necesité terminar por que Chris abrió sus ojos como platos sabiendo lo que estaba por decir.

—voy por ayuda ¿¡si!?, tu quédate aquí y...tranquila, no entres en crisis porfavor— tomó mis mano aún llenas de sangre.

—estoy bien Chris—dije dándole una sonrisa para no preocuparlo.

—aun así de paso traeré tus pastillas, ya vuelvo. —se fue corriendo y sonreí por su forma de cuidarme, creo que todos deberíamos de tener un Chris en nuestras vidas.

No pasó mucho tiempo para ver de nuevo todo, la acumulación de gente, la policía, médicos llevándose el cuerpo de  Miriam, papá respondiendo preguntas, el olor a sangre y la angustia vestida de pánico inundando el ambiente.

Debo hacer algo, es demasiado ya esto, la próxima podría ser yo...

***

Las clases fueron suspendidas, claramente debían poner a salvo a los estudiantes, el asesino podría estar por ahí, podría ser cualquiera, de nuevo revisarían las cámaras, pero el era muy inteligente lo hacía en puntos donde no habían cámaras, se sabe que no es permitido que hayan cámaras en los baños y las dos muertes habían sido en ellos.

—te digo que el tiene algo raro—le digo a Chris mientras caminamos por la acera.

—y no te lo discuto Eli, lo supe desde que lo vi. —secundó Chris metiendo sus manos al abrigo.

𝐀𝐃𝐑𝐈𝐄𝐋 © [Bilogía "Trastornos" #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora