Stephen.
—Creo que estoy comenzando a volverme loco...—Susurré mientras Wong observaba en silencio la habitación. —Loco, demente, casi un...
—Stephen.—Me llamó y negué.
—No creo que pueda hacerlo, no puedo ir, no quiero ir. —Susurré acariciando mi anillo de bodas.—No debió ser así, sin Tony...
—Tony habría querido que estés tranquilo, él te amó hasta el último momento.
Negué nuevamente. Jalé mi cabello unos centímetros, está largo. Tony me habría dicho que lo corte, e incluso me habría hecho ir con su peluquero personal.
Moví nuevamente mi anillo de bodas. Brillante y lujoso, como todo lo que Tony amaba. Como todo lo que intentaba dar, su amor era más que suficiente.
—Stephen. Es el funeral de...
—Ya.—Dije levantándome en bata. Caminé hasta el baño y me vi frente al espejo.—Íbamos a casarnos, íbamos a casarnos pronto. Iba a casarme con él, aunque ya era mi esposo.—Dije yo. Observé mi reflejo en el espejo delante mío.
Abrí el botiquín y tomé mis ansioliticos.
—Estará Morgan.
Cerré los ojos, presioné mi mano contra mi frente. Basta, basta, basta.
—No puedo verla. Tiene sus ojos.
—Stephen. Morgan es una niña, perdió a su padre.
—Y yo al amor de mi vida, Wong.
Ni siquiera deseo, anhelo, intento pensar... En ello. No quiero ver a Morgan y verlo a él reflejado en esa tierna mirada de cachorro entristecido.
—No puedo, Wong.
—Stephen. Ellos cuentan con verte ahí. Pepper cuenta con que estarás allí, incluso Wanda cuenta con verte allí... Sabes que la ayudaría saber que... Si tú puedes, ella también.
—Yo no puedo. Ella al menos tiene a su hijo.
—También es un niño de sólo año y medio, Stephen. Leo es un niño, y perdió a una de sus madres, no estará con ella, no la tendrá para el resto de su vida, al menos podrías intentar compadecerte del resto.
—¡Que no quiero ir al estúpido funeral de Tony!—Grité golpeando el espejo. Mi mano ensangrentada lo decía todo.
Estoy perdiendo el norte.
Me siento casi siniestro de toda la ira que cargo dentro de mí, me siento perdido, ahogado, estoy desesperándome yo solo.
Tony era mi norte. No, Tony era mi brújula.
[•••]
La navaja pasó por mi mentón retirando las últimas capas de vello. Dejé la barba que a Tony le gustaba tanto.
Suspiré. Mojé mi rostro y luego peiné nuevamente mi cabello con un poco de gel. La loción y el perfume caro.
Nuevamente giré mi anillo de matrimonio. Tony me lo dio antes de... Morir. Sólo unos minutos antes de morir contra Thanos.
Tuvimos los mejores cinco años de nuestras vidas, nos acercamos demasiado, la crisis del mundo nos ayudó a superar la nuestra...
Cerré la camisa.
Cerré mis ojos y los abrí rápidamente antes de que comenzara a imaginarme sus recuerdos, no quiero pensar en él, quiero mantenerlo apartado de mi mente.