5. Una vez más.

660 127 99
                                    

Strange.

—¿Cuál es el motivo por el que cubriste mis ojos?—Pregunté mientras sentía a Tony pasar mi brazo por su hombro.—¿Vas a matarme?

—Debería. En serio. Quizá ni siquiera sería una opción sensata traerte aquí. —Dijo él. Giré los ojos y casi pude sentir que él lo notó. —¿Sabes algo, Stephen? Espero no arrepentirme de ésto, no me falles.

Me quitó la venda de los ojos y traté de acostumbrarme a las luces de su taller.

—Sabes que he estado lidiando nuevamente con ataques ansiosos desde que Pepper desapareció... —Murmuró él. Asentí. —Y cuando estoy contigo o duermes aquí, ellos desaparecen, eso me ha hecho sentir verdaderamente afortunado, Stephen. Lo agradezco, lidiar con Morgan y...

—Sabes que jamás serán algo con lo que deba lidiar. Son mi familia, tú y tu pequeña mini tú.—Dije y traté de enfocar lo que sea que Tony no quería que viese en un inicio. —Y además...

—Cállate y déjame hablar.—Dijo cubriendo mi boca con su mano. Obedecí de forma inmediata. Lo que Tony Stark quiere, es algo que cumpliré al pie de la letra. —Buen chico.

—No soy un perro.

—Oh, no. No lo decía de aquella forma.—Dijo dedicándome una de aquellas miradas que fácilmente me pondría de rodillas.

Sonreí de costado.

—¿Y bien?—Pregunté antes de perder la cordura y pedirle que me dejara hacerle el amor allí mismo.

—Llevas todo un año comportándote increíblemente, ha sido difícil perdonarte por aquello de Christine, pero haz demostrado estar arrepentido y creo que he logrado llegar a un acuerdo conmigo mismo en donde comienzo a notar tus mejoras como persona, Stephen.—Dijo de forma pausada.—A lo que voy es que... Llevamos un año entero saliendo, desde que ocurrió lo del blip y todo eso, tú haz sido asombroso, y creo que mereces que yo te permita al menos aquél título de novio.

—¿Me estás proponiendo ser tu novio?—Pregunté con una sonrisa engreída de oreja a oreja.

—No, te estoy proponiendo que me propongas ser tu novio, y no debes preparar nada, la cena la he hecho yo.—Aclaró y aplaudió. Las luces en el fondo se encendieron y mordí mi labio inferior. Una cena maravillosamente bien preparada y luces decorativas. Me incliné un poco notando algunos cabellos canos en su barba.—Tengo el vino que te gusta...—Susurró antes de que yo tomara su cintura para acercarme a él.— ¿Y bien?

—¿Quieres ser mi novio Anthony Edward?—Pregunté rozando nuestros labios. Sus ojos castaños y su sonrisa insegura me hacían delirar. Definitivamente la paternidad lo había cambiado en muchos aspectos, pero la forma en que su egocentrismo redujo dejando a un hombre tan tímido que provocaba unas enormes ganas de abrazar por horas, simplemente no podía dejar de pensar en eso al verlo de forma tan fija.—Acepta de una vez...

—Me gusta tu nerviosismo.—Susurró. —No quiero.

—Tony.—Me quejé contra sus labios. Él me besó.

Cerré los ojos disfrutando del sabor de sus labios. Un poco de ron. ¿Por qué bebe ron? Es el peor licor de todos.

—Sabes a ron.—Susurré. Él sonrió.

—Sé que lo odias, y quería ver si luego de eso sigues queriendo ser mi novio.

—Me rechazaste.—Dije yo y él se encogió de hombros.

—Puedes pedirlo otra vez.

Giré los ojos y aún así... Obedecí.

—¿Puedes ser mi novio, Tony?—Pregunté. —¿Quieres serlo?

Siniestro. -Ironstrange.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora