Rosé corre desesperadamente al único lugar en donde sabe que podría estar Ji Eun, la tienda, no se detiene a pesar de las miradas extrañadas de todas las personas que la ven correr un lunes por la mañana en uniforme, fuera de la escuela. Pero la tienda está cerrada.
Rosé intenta mirar por los ventanales pero no puede ver nada, toca desesperadamente la puerta del local. Pero los minutos pasan y nadie abre -¡Me lleva la mierd-
-Ese vocabulario, señorita- Reprende una anciana desde el otro lado de la acera.
-¡Lo siento!- Respondió la castaña apenada para seguir intentando ver a través de los ventanales.
-No es de buena educación espiar- Escuchó decir a la mayor y contuvo sus ganas de decirle que no se metiera en sus asuntos, ya que aunque no quisiera su mentalidad de 16 años la estaba influyendo y ella no le faltaría el respeto a un adulto...al menos, no por ahora.
-¿A quién buscas?- Preguntó sin discreción la mayor. Rosé soltó un bufido molesto y respondió. -Estoy buscando a Ji-Eun-
-¿Por qué no simplemente tiras algo hacia la ventana? - Dijo la señora mayor señalando la planta superior del local, donde ahora Rosé suponía, vivía la pelinegra.
-Claro, gracias.- Rosé busco dentro de sus cosas, no quería lanzar nada muy tosco, pero en su mochila no había nada muy pequeño, la única cosa medianamente aceptable era una pequeña botella de agua, era eso o su estuche y definitivamente le importaba menos la botella de agua, así que lo hizo, la lanzó hacia la ventana. Una, dos, tres, al ir por la sexta vez, perdía la esperanza, pero tenía que seguir.
Inhaló y sostuvo con fuerza la botella, si tenía que romper su ventana para salvarla, lo haría, esperaba que no fuera ningún desastre espacio-temporal en donde Rosé es quien en realidad mató a Ji-eun, porque no se lo perdonaría, pero las únicas y escasas indicaciones que tenía le decían que tenía que interferir, no decían cómo, ni porqué, así que lo hizo, con toda la fuerza de una chica de 17 años lanzó la botella, obviamente se olvidó de que esta contenía agua y podría explotar al impactar con la ventana y terminar dejándola empapada. Que fue justo lo que ocurrió.
Soltó un jadeo al sentir el agua caer sobre ella, claro, el clima no era precisamente cálido a estas horas de la mañana, pero inmediatamente pudo suspirar de alivio al escuchar la voz de Ji-Eun.
-¿Estás demente?- Reclamaba una pelinegra molesta desde la ventana. -Debo reponerme para la audición de mañana y t- No pudo terminar la oración al ver a la chica con su uniforme empapado. Podía escucharla musitar maldiciones contra la vida, sin embargo en el fondo su mente se maquinaba algo mucho más importante.
-¿Por qué tienes el uniforme si hoy es domingo?- Cuestionó la menor desde la ventana y de manera despectiva.
-¿Será porque hoy en realidad es lunes?- Respondió la castaña con otra pregunta.
-¡¿Cómo que hoy es lunes?!- Prácticamente gritó la pelinegra. -¡¿Por qué nadie me despertó?!-
Rosé levantó la vista solo para encontrarse con que la pelinegra había desaparecido en su habitación. Meditó si debería esperarla o su intervención habría sido suficiente por ahora, Lisa quizás no podría cubrirla todo el día y lo que menos quería era traerle problemas a su recién recuperada, mejor amiga; pero si la intervención no era suficiente y había terminado de condenar a Ji-Eun le pesaría mucho más, revisó su brazo y el mensaje aún no desaparecía aunque el ardor ya era mínimo.
Así que decidió esperar, al cabo de cinco minutos la pequeña pelinegra salió de la tienda como un relámpago.
-Gracias, quienquiera que seas- Dijo la menor mientras pasaba corriendo a un lado de la castaña, pero Rosé sintió su brazo arder así que la detuvo antes de que escapará.
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Chasing Memories. (Chaesoo)
FanfictionPorque recordar, es volver a vivir... La vida de Roseanne Park se ha vuelto una rutina desde que terminó su loca etapa de preparatoria, ahora tiene un trabajo de medio tiempo, va a la universidad, es aplicada y tiene una bonita relación que gira en...