Chasing Memories. (Chaesoo)

Capítulo 7 "Estoy aquí"

Lentamente el beso fue desapareciendo mientras las jóvenes tomaban distancia, una sonrisa genuina existía en los labios de la castaña mientras esta sentía las miles de mariposas revoloteando en su estómago. La pelinegra estaba de igual manera con una enorme sonrisa, y un remarcado sonrojo por todo su rostro. 

Al levantar su mirada, la pelinegra se encontró con los ojos de Rosé mirándole tan profundamente, que por un momento, quiso correr, no entendía por qué, por qué correría de la hermosa chica que la mira con cariño, por qué correría de las cálidas manos que acunan su rostro haciéndola sentir tanta calma que creyó que caería dormida ahí mismo, ¿Por qué querría huir del Roseanne Park? 

La castaña rodeo con sus brazos a su mayor para darle un abrazo. -Lo siento yo-

Pero no pude terminar su disculpa por que la pelinegra le interrumpió. -Yo lo siento, no debí-

-¿Qué, no, no es el beso, bueno, sólo, creo que fue muy repentino, ni siquiera sé dónde vives- Se disculpó entre risas la menor mientras cubría su cara. 

-¿En serio vas a disculparte por no saber donde vivo y no por hacerme llegar tarde al trabajo?- Cuestionó divertida la pelinegra. 

-Quizás, pero también pienso que es mejor que estés aquí conmigo, perdiendo el tiempo, que trabajando arduamente en el restaurante.- Explicó mientras quitaba algunos mechones de cabello del rostro de Jisoo. 

-Yo también lo prefiero, pero no está bien, tengo que irme.- Replicó con una cara triste la mayor. 

-¿Realmente tienes que irte?- Inquirió con una mirada de súplica la neolandeza. 

-Realmente tengo... pero- La pelinegra quería escoger con cuidado sus palabras, no quería lucir muy intensa cona la menor- te veré mañana en la escuela, ¿Si?- 

-Está bien, pero espera- Rosé rebuscó rápidamente en su mochila y extendió un sueter hacia Jisoo- tomalo. 

-No lo tomaré- Renegó la pelinegra- Póntelo tú, yo llegaré en un santiamén al restaurante- Justificó.

-Yo puedo esperar a que la lluvia se calme- Insistió. 

 -Puede pasar mucho tiempo para entonces y si se hace más tarde..-No se hará tan tarde, te lo prometo, además, no puedes enfermarte o faltarás más días al trabajo, tómalo.- Replicó antes de que pudiera terminar de explicar. 

-Lo tomaré sólo esta vez- Reclamó la pelinegra mientras tomaba el suéter, se lo puso y miró a Rosé expectante, pero esta parecía inmutada ante su mirar, así que musitó -Gracias- Antes de dejar un beso en la mejilla de la castaña y salir corriendo.

...

Una castaña entraba feliz, aunque completamente empapada, a su casa, mientras tarareaba una canción regocijándose en sus avances, si seguía avanzando a buen ritmo, quizás podría volver antes a un mejor presente. 

-¿Dónde estabas?- Resonó la voz de su madre mientras Rosé dejaba sus zapatos en la entrada.

 -Quedé atrapada en la tormenta con una amiga y ya que no tenía paraguas decidí a esperar que la lluvia desapareciera, pero eso no pasó, así que vine corriendo- Explicó la menor, sorprendida porque su madre estuviera en casa. -¿Y tú, saliste temprano?- Cuestionó. 

-No vuelvas a llegar tarde a casa Roseanne- Le reprochó su madre. -Hoy salí temprano. 

Rosé había olvidado ese pequeño detalle de su adolescencia, aunque sus padres le hubiesen querido mucho, habían sido padres ausentes y un tanto difíciles.

-Lo siento mamá, no volverá a ocurrir- Quiso evitar la pelea aún con la mirada incrédula de su madre, que parecía sorprendida al ver que la menor no quiso reprochar nada.