Capítulo 8

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En la fría y temprana mañana, como era de costumbre, los padres de Alina se fueron al trabajo. Y algunas horas más tarde Alina se despertó:

—Siento como si no hubiera podido descasar nada anoche.— Dijo Alina haciendo un largo bostezo

—Ah mira, una nota. Hace mucho no dejaban ninguna.

"Hija sabemos como te tomaste eso. Entiendo que es duro para tí. Pero lo mejor era decírtelo, debido a que habían pasado un montón de años y ya era hora."

—Uh vaya, como si lo entendieran.

—Pero dejando eso un poco atrás, ¿Será que mi hermana en realidad está muerta? O solo es una mentira... Siento que estoy intentando descubrir algo que no tiene caso. Hay millones de personas en el mundo e intento buscarla. Jaj, ojalá fuera fácil.

Alina comenzó a comer su desayuno, y miró a un espejo que estaba colocado en la cocina.

—¡Ojeras! Digo, que cara tan hinchada.— Alina se miró con desagrado y rechazo aún sabiendo que todo era culpa de los llantos de la noche anterior.

—Bueno, no importa. De todas formas no voy a salir de mi casa hoy.

—Es muy curioso que haya tenido una hermana... Es decir, imagina si estuviera viva. Podría hablar con ella, contarle mis problemas, todo eso...— Hablaba Alina al mismo tiempo que recogía el plato de su desayuno.

Entonces, subió las escaleras y se sentó en el pequeño asiento que había al frente de una ventana en su cuarto.
Mientras pensaba en muchas cosas, contemplaba las nubes y el sol.
De vez en cuando, Alina se pellizcaba para saber si lo que estaba pasando era cierto.
En su pequeña cabeza no cabía que ella algún día tuvo una hermana. Varios pensamientos pasaban por su mente. ¿Qué tal si ella iba a ser abandonada igualmente? O peor ¿Qué tal si sus padres la abandonaron y los que tiene ahora son personas que la tomaron en adopción?

—¡Basta! Me estoy volviendo loca. A ver, mis padres me dijeron la verdad. No puedo imaginar que estén mintiendo, eso sería dudar de ellos.

"TOC TOC" Alguien tocó la puerta de Alina con mucha fuerza.
Pero Alina lo dejó pasar, no tenía ganas de hacer absolutamente nada.

"TOC TOC" volvió a escucharse ese sonido. La primera vez había sido normal, pero volverlo a escuchar irritaba los oídos.

—¡En un momento! Dijo Alina mientras bajaba de su habitación

—¡Soy Ámbar ¿Por qué no abres?

Alina pensó dos veces antes de abrir la puerta, puesto que no quería tener visitas en ese momento.
Pero sus pensamientos no la detuvieron y cuando abrió encontró a Ámbar con una cara de malas. Parecía como si hubiera estado ahí parada 20 minutos.

—¿Por qué tienes esa cara?— Preguntó Alina haciendo una risilla picaresca

—No sé, hoy no estoy de buenas— Dijo Ámbar

—Uh, no creas que eres la única.

—¿Qué tienes tú?— Preguntó Ámbar

—Deberías pasar, no quisiera contar nada afuera.

Ámbar pasó a la casa y se sentó en el sofá junto a Alina. Las dos se percataron de que era un momento incómodo, entonces Alina abrió conversación:

—Bueno, no vas a creer lo que estoy a punto de contarte. En serio no lo vas a creer.

—A ver ya cuenta, no me aguanto.— Dijo Ámbar riendo genuinamente.

—Mis padres me han contado que antes de mi nacimiento tuvieron otra hija. Pero a esta la dieron en adopción.— Dijo Alina soltando todas aquellas palabras de su boca como si se estuviera desahogando

Ella Sí Existe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora