Capítulo 2. Tanjiro| IMPURO, DESEO, ENGAÑO Y TRAICIÓN

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ADVERTENCIAS

⚠️Desorden alimenticio

⚠️Efebofilia 

Si eres sensible a estos temas, no los leas. 

Ninguna de las conductas narradas en mis libros deben ser replicadas, admiradas o apreciadas en el plano de la realidad. 

Sin más, disfruten de la lectura.

Después de esa velada de película romántica, Tanjiro cayó en el afamado y poco creído amor a primera vista. Se enamoró por primera vez de un alfa y no cualquier alfa. Tomioka era un alfa puro, un exitoso empresario y sinceramente, no sería exageración decir que era dueño de medio Japón.

Era un crush inmediato que se quedó pegado los siguientes 5 meses, no parecía querer irse. El Omega imaginaba tener un relación con el alfa, inclusive casarse con el y tener muchos hijo, algo que lo hacía sonrojar por pensar en lo que conllevaba para tener hijos sacudiendo su cabeza para que su cabeza no pensar cosas indecorosas. Tanjiro estaba ilusionado con Tomioka y esto no era solo por haberlo conocido una vez.

Tomioka y Tanjiro siguieron comunicándose por mensaje. A petición de Tomioka, Tanjiro le pasó su número y su código postal, el adulto hizo lo mismo. A pesar de lo mal que pueda sonar su relación rara e inapropiada, su entorno no lo reprochaba ni lo castigaba.
Sus amigos estaban envidiosos de su relación, sus compañeros no creían que hubiera un mejor partido para el inalcanzable y perfecto omega que era Tanjiro, y su familia, simplemente amaban a Tomioka tanto que podían besarle los pies aun si el alfa puro no se los pedía.

Por eso, para ninguno de sus conocidos y cercanos cuestionaban los regalos, salidas, cartas y llamadas de 4 horas que tenían estos dos. Es más, sus propios padres incentivaban a Tanjiro para que se encontrará con Tomioka y uno de estos incentivos fue que, de manera sutil, le propusiera salir a desayunar, pero no solo una vez, si no varias veces y si tenían suerte, que fuera de lunes a viernes. Cosa que ocurrió.

Antes de que la campana sonará, Tanjiro desayunaba con el alfa que admiraba en un restaurante que estaba a tan solo 1 kilómetro de su escuela.

Durante estos encuentros que parecían simples, realmente eran tan íntimos he ilusionaban un montón al omega. Tanjiro no podía creer que un alfa tan importante y ocupado como Tomioka quisiera pasar sus primeras horas del día con él.

Quien compartía más de su vida era obviamente el omega. Sin embargo, la conversación era tan fluida aún si el alfa introvertido no pronunciaba ningún comentario, seguían perfectamente el hilo de la conversación. El hombre no quería hablar porque le encantaba escuchar al dulce y risueño omega hablar.

"Sería una lástima no escuchar su voz"


Aunque el alfa tenía que admitir una cosa, la única vez que no le molestaba no escuchar la melodía de su voz, era cuando el joven se llenaba las mejillas de comida. Ahora disfrutaba de la vista, viendo al omega devorar un pastel de chocolate.

 Ahora disfrutaba de la vista, viendo al omega devorar un pastel de chocolate

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Ni en esta, ni en la otra |ObaMitsu| GiyuuTan| Omegaverse [EN CORRECCIONES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora