—Gracias por esto, Rebekah —Megara sonrió admirando el vestido—. Te prometo que te lo devolveré mañana.
La chica se despidió de su amiga y bajó las escaleras dando saltitos. Esa noche sería la fiesta de graduación en la universidad y le había costado horrores encontrar algo lo suficientemente bueno para ponerse. Las prendas del armario de Megara eran todo pantalones y camisetas viejas. Irse de compras tampoco era una opción, el dinero escaseaba en casa, pero gracias a Dios, Rebekah había aparecido para salvar el día.
Conocía a los Mikaelson desde hacía unos años. Algunos de los hermanos de Rebekah eran un poco raros, pero eso no impidió que creara una buena amistad con ellos. Excepto por Klaus, que rehuía de ella. A pesar de que pasaba la mayor parte del tiempo en la mansión Mikaelson nunca había podido intercambiar más de dos palabras con él. Una verdadera lástima, Megara se había fijado en él desde el primer día y nunca había había conseguido una mínima muestra de interés por su parte. Y lo había intentado varias veces.
—¿Otra vez tú aquí?
Y pensando en el rey de Roma...
—Buenos días, Klaus.
—Buenos días, amor —saludó de vuelta. Estaba recargado en el marco de la puerta de la entrada, mirándola con los brazos cruzados durante varios segundos hasta que volvió a hablar—. ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Hhmm... sí, claro.
—Si fueras un vampiro traidor y supieras que te mataré cuando te encuentre, ¿dónde te esconderías?
Megara inclinó la cabeza a un lado.
—Creo que no entiendo esa pregunta.
—Tú eres la que estudia psicología, piensa lo que haría alguien en peligro de muerte.
—Pues para empezar te diré que tienes una forma muy rara de socializar e iniciar una conversación. ¿Por qué un vampiro?
—Solo es una situación hipotética.
Megara pensó la respuesta.
—Pues supongo que buscaría protección.
—¿De quién?
—No sé. Alguien más fuerte, quizá.
Klaus se quedó meditando momentáneamente y luego agrandó los ojos y chasqueó los dedos.
—¡Eso es! Nunca pensé que diría esto, pero te debo una muy grande.
Megara hundió las cejas, ¿por qué estaba siendo tan raro?
Klaus se despidió con un golpecito en el hombro y antes de irse, gritó:
—¡Nos vemos esta noche a las ocho!
—¿Qué? ¿Está noche por qué? —preguntó confundida.
—Ya te lo he dicho, te debo una. Te invito a cenar.
Cuando Megara se quedó sola en el vestíbulo se quedó observando el vestido que llevaba colgado del brazo. La graduación sería a las ocho y media, ¿debería asistir o iría a su "cita" con Klaus? Una sonrisa tontorrona se dibujó en sus labios y se llevó las manos a la cara con un gritito de emoción. Había esperado demasiado tiempo para algo así y no iba desperdiciar la oportunidad.
Aquí está el primer one-shot, ¡y con Klaus como prota!
Aunque me ha quedado más cortito de lo que esperaba, estoy bastante contenta con el resultado. ¿Qué os parece?
¿Quién que debería ser el siguiente?
Nos leemos en el seguiente one-shot.
Besos y abrazos❤️
Pd: Aquí os dejo un GIF de nuestro queridísimo Klaus para que tengáis un buen día.
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