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ELIJAH | PARTE I

¿En qué momento de la vida Elijah Mikaelson se le pudo pasar por la cabeza “me aburro con mi vida, voy a hacerme profesor de universidad”? 

Pues ya podría haber sido hace una década, pero no, al señorito Tengo Un Palo Metido Por El Culo le dio una epifanía justo cuando yo, Emily Marshall, empezaba mi primer año de carrera en la universidad pública de la ciudad.

Oh, claro, y para completar la fiesta, Klaus y Kol se habían unido a la fantástica idea, en plan el trío dinámico. Por suerte a esos dos casi ni me los encontraba por los pasillos. Klaus enseñaba historia del arte al otro lado del campus y Kol… Bueno, nadie sabe realmente lo que hacía, pero oí que el otro día organizó un concurso de camisetas mojadas en su clase. Profesor ejemplar, sin duda.

—Y esa es la explicación por hoy, podéis marcharos. —La clase finalizó y me di prisa en recoger mis cosas. Mi próxima clase empezaba en diez minutos la universidad era más grande que el ego de Klaus— Señorita Marshall, usted quédese un momento.

Mierda, y yo que pensé que iba a librarme.

—¿Ocurre algo, señor Mikaelson?

Esperó a que el último de mis compañeros saliera del aula.

—Davina Claire le contó a Marcel que planeabas dejar la ciudad —me miró fijamente a los ojos, atravesándome—. ¿Por qué?

Apreté los labios con fuerza.

—Elijah, yo…

Suspiré. 

Vine a Nueva Orleans con una idea muy clara en mente. Todo lo que quería era encontrar a mi hermana Hayley, pero con lo que me topé era algo muy diferente a lo que llevaba esperando desde hace diez años: vampiros, hombres lobo, brujas, una sobrina ultra poderosa y milagrosa… oh, y mi hermana desaparecida.

Mis padres echaron a Hayley de casa cuando yo tenía doce años, ¿por qué? Nunca lo supe hasta ahora. 

—Mira, esto no es lo que esperaba. Vine buscando a mi hermana y ella no está. Llevo un año esperando a que aparezca y no hay ni rastro. Me rindo, no quiero seguir estando aquí. Vosotros no hacéis nada por buscarla y yo, siendo humana, no puedo hacer gran cosa. Volveré a mi casa y… no sé, pensaré algo. Yo no me quedaré de brazos cruzados. Voy a encontrar a Hayley.

La expresión seria de Elijah por un segundo —milisegundo, en realidad— amenazó con venirse abajo, pero se recompuso enseguida.

—Pero has empezado una nueva vida aquí. Has estado viviendo un año con nosotros y apenas has comenzado la universidad. Entiendo que quieras encontrar a Hayley, yo también pero, sin su madre aquí, Hope necesita a alguien.

—Os tiene a vosotros.

—Alguien humano, Emily.

—Seguro que entonces Camille se encargará bien de ella. Lo que de verdad necesita Hope es a su madre, Elijah. Y voy a encontrarla.