¿Quien eres tú? | TaeTen

Capítulo 30.

Taeyong sintió el miedo correr su cuerpo, si Doyoung lo sabía era cosa de tiempo para que su secreto saliera la luz, pero ¿porque pidió verlo? Y lo entendió, Doyoung tenía más que un simple plan para él y Taeyong estaba jodido, vaya que lo estaba.

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La casa de Yuta no era tan ostentosa como la de Jaehyun o la de Jongwoo pero aún así no dejaba de admirar cada detalle de su hogar. Su madre era una diseñadora de interiores y su gusto más la mezcla con toda la cultura japonesa hacía de esa casa todo un espectáculo visual.

Al llegar solo éramos nosotros y algunos alumnos de la universidad. Yuta era un año mayor así que su generación era otra.

Por alguna razón aquella noche estaba más helada de lo normal, tanto que estaba quebrándonos los huesos y una bebida caliente es lo que deseaba pero no era el momento para un chocolate.

— ¿Taeyong vendrá? — me preguntó Hendery ya algo ebrio.

— No — tomé un sorbo amargo—. Debía ayudar a su tía.

— ¿Porque parece molestarte? — inquirió.

— ¿De que hablas?

— No pareces alegre, estamos en una fiesta, Ten.

— Y tú estás demasiado ebrio. — dije y volví a tomar de mi vaso.

Miré mi celular por mielcima vez y no tenia ninguna respuesta de Taeyong. Solo desearía que estuviera aquí.

— ¿Ten? — miré a Jaehyun algo difuso. Diablos, el alcohol estaba haciendo de las suyas—. ¿Puedes venir un momento?

Solo asentí y lo seguí hasta lo que parecía ser la pieza de Yuta. Algunos posters y vinilos puestos de manera simétrica por toda una pared hacían contraste con una parte más sobria y minimalista. Todo color negro y gris.

Si. Muy Yuta.

Me senté en la cama dejando caer todo mi cuerpo, vaya que estaba algo ebrio.

— ¿Has sabido algo de Xiaojun?

— ¿Por qué te preocupas por mi amigo? — le pregunté no entendiendo a qué venía todo esto tan de repente.

Jae me miró con algo de incredulidad.

— Porque esto es serio, Ten. — se vio algo molesto.

— Lo sé, ya sé, no me lo recuerdes.

— Tengo una noticia que puede ayudarte, ayudarte a saber algo de él.

Mi embriaguez voló lejos.

— ¿Qué sabes? — me levante.

— Vaya, aquí estaban. 

Yuta, cerrando la puerta tras de él sin antes mirar por aquel pasillo.

— ¿Te dije que fueran a la habitación de invitados — le recriminó a Jaehyun cuando cerró la puerta.

Jae sacudió su cabeza—. como sea.

— Otra vez ustedes dos y su inquietante forma de ponerme nervioso, ya digan que es lo que ocurre o los demás comenzarán a sospechar.

Jaehyun se quedó como una estatua y mis entrañas se revolvieron. Tome una almohada que tenía cerca y se la lancé.

— ¡Habla de una vez!

— ¡Está bien, está bien! Xiaojun.. Xiaojun está en la ciudad, lo vieron..— dijo cubriéndose por si le lanzaba la segunda almohada que había tomado —. ¡Ya baja esa almohada!