SUS OJOS.

Tradimento

Cheng: Mi gente ya está dentro. No correrás ningún peligro. - Mo camino a su lado.

Mo: El peligro no se evita con esa mierda, tu más que nadie deberías saberlo. - Cheng asíntio y no dijo nada más, solo siguió caminando.

Después de avanzar un par de metros llegaron a una zona amplia y despejada con una mesa en la que se encontraba sentado un hombre de 50 y tantos años con una joven a su lado, detrás de ellos se encontraban lo que parecía ser 8 guardaespaldas; del otro lado se encontraban otras dos sillas y al igual que con los italianos también había 8 hombres, seguramente formaban parte de la gente de He Cheng.

Cuando llegaron el Pelirrojo se sentó frente a la chica y Cheng frente al señor de mediana edad.

Chica: Buongiorno, siamo qui per discutere i termini della transazione. - Mo no sabía de qué iba la transacción pero supuso que era de dorga y si los italianos eran los compradores estarían hay para acordar una cifra o algo por el estilo. Asique decidió seguir el rollo. Mo le tradujo a cheng lo que dijo la chica.

Mo: Buenos días, estamos aquí para discutir los términos de la transacción. - cheng no lo miro y hablo.

Cheng: diles que ya no había nada que discutir, esto es una mera formalidad para pactar los términos ya acordados mediante la firma de un contrato, para evitar futuros problemas. - Mo sin rechistar tradujo. El únicamente se dirija a la mujer e intentaba no mirar al hombre para evitar cualquier ofensa o cosa por el estilo.

Mo: Non c'è più nulla da discutere, questa è una mera formalità per concordare i termini già concordato firmando un contratto per evitare problemi futuri. - Mo procuro traducir palabra por palabra sin dejar nada.
No sabía si por haber mirado tanto a la mujer se había puesto nerviosa pero estaba sudando y no tenía buena cara, por lo que decidió apartar la mirada y dirijirla a los guarda espaldas, el entendía que era un situación tensa, pero estaban demasiado rijidos, esa posición le recordaba a cuando fue con su padre a ver los entrenamientos militares para los policías, los hacían pararse así durante horas. Sentía que algo no estaba bien pero prefirió no decir ni hacer nada todavía. Vio como el hombre le susurraba algo a la chica.

Chica: Abbiamo cambiato idea, crediamo che il prezzo non sia equo e vogliamo cambiare i termini. - la mujer prácticamente estaba temblando pero nadie dijo nada. Mo miro a he cheng con el ceño fruncido pero el no lo miro, la mala cara que tenía daba a entender lo irritado que estaba con esa situación.

Mo: Hemos cambiado de opinión, creemos que el precio no es justo y queremos cambiar los términos. - Sentía que con esa traducción el que iba a pagar los platos rotos era el.
Pensaba que una vez que acordarán los términos ya no se cambiarían pero esta situación le sorprendió, solo le daban más motivos para sospechar que eso era una trampa y que mientras hablaban firmaban su sentencia de muerte.

Cheng: En este negocio no se cambia de opinión. El precio es más que justo, no sólo les vendemos la droga sino que también le aseguramos un transporte seguro y rutas indetectables. - esto cada vez era más raro, cada segundo Mo estaba seguro de que les habían traicionado, ya no parecía sólo una paranoia suya por ser su primera vez haciendo eso.

Mo: In questo business non cambi idea. Il prezzo è più che equo, non solo vendiamo loro il farmaco, ma garantiamo anche trasporti sicuri e percorsi non rilevabili. - Necesitaba hacerle saber a he cheng que esto estaba raro pero sin que nadie sospechase que se había dado cuenta. Por debajo de la mesa sigilosamente sacó su teléfono del bolsillo y habrio notas para escribirle sus sospechas a cheng. Cuando terminó deslizó su mano suavemente por la pierna del pelinergo y le tendió su teléfono, a cheng le recorrió un escalofrío desde su espalda hasta la punta de sus dedos pero se dio cuenta y agarró el móvil para ver de lo que se trataba.