"Algunas personas creen que se supone que ver una mariposa te recuerda que tus seres queridos fallecidos todavía te están cuidando".
En el que una chica con sueños recurrentes encuentra un nuevo hogar, nuevos amigos y algunos recuerdos que se supon...
En un intento por comprender mejor los intereses de Kyo y Yuki, Tohru y Hiyori se encontraban en la biblioteca. Era la única forma que se les ocurría para familiarizarse con la jardinería y las artes marciales.
Tohru señaló un libro en el estante frente a ella.
-Ese se ve bien. ¿Qué te parece?
Hiyori se inclinó para leer el título en el lomo.
-'Espíritu ardiente, la vida interior del artista marcial'. No veo por qué no. -Ella le sonrió a su prima. -Aunque, no puedo decir exactamente que sepa la diferencia entre un buen y un mal libro de artes marciales.
La chica de ojos marrones se rió.
-Está bien. ¿Por qué no lo comprobamos y esperamos lo mejor?
-Suena bien para mí.
Hicieron otra parada en la sección de jardinería, donde Hiyori tomó un libro titulado '12 pasos para un jardín familiar feliz'. Mientras caminaban hacia el escritorio de la bibliotecaria, Tohru agarró un libro de '100 recetas familiares' con la esperanza de encontrar nuevas ideas para la cena.
Sonriendo, Tohru colocó los tres libros sobre el escritorio.
-Tomaremos estos.
-Está bien, un momento.
Mientras la observaban escanearlos uno por uno, Hiyori tamborileó con los dedos sobre el mostrador.
-Oye, ¿crees que puedes convertirte en un maestro de artes marciales leyendo?
Tanto su prima como la bibliotecaria sudaron.
-Yo... siento que hay mucho más que eso. -Tohru respondió.
-Sí, probablemente tengas razón.
-Oh, ahí estás. -Las dos chicas miraron hacia la salida. Su maestra de salón, Mayuko Shiraki, estaba mirando adentro desde el pasillo. -Honda, hay una llamada para ti en la sala de profesores.
Tohru parpadeó. Se volvió hacia Hiyori, quien le sonrió.
-Voy a buscar los libros y te espero en el pasillo.
-Bien gracias.
Cuando Hiyori finalmente sacó los tres libros, le agradeció a la bibliotecaria y salió de la habitación con una sonrisa. Nadie estaba parado esperando en los pasillos, así que Hiyori se quedó sola. Decidió aprovechar la oportunidad para hojear el libro de artes marciales.
-Eh... -Leyó la primera página. -Interesante... realmente no entiendo nada de esto.
Tohru salió de la sala de profesores unos segundos después. Pero cuando Hiyori notó la mirada inquieta en su rostro, rápidamente se enderezó y se volvió hacia ella.
-¿Qué pasa? ¿De qué se trataba la llamada telefónica?
Los ojos de Tohru bajaron al suelo. Ella vaciló antes de hablar.
-Las renovaciones están terminadas.
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