Los votos de Lena.

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Como prometió, Kara llegó a buscarlos.
Le envío un mensaje a Lena desde la recepción pero al no recibir respuesta decidió subir.

Al salir del ascensor notó que Jess ya no estaba, camino despacio a la oficina de Lena.

La puerta estaba entreabierta.

Just look and you will see
That I will be your remedy
When the world seems so cruel
And your heart makes you feel like a fool
I promise you will see
That I will be, I will be your remedy.

Sonrió al escucharla. Esa era su parte favorita del día, cuando Lena le cantaba a Liam para hacerlo dormir. No había día en que no lo hiciera y donde estuviera Kara era capaz de escucharla.

Aveces estaba con ellos, otras en alguna misión en otro continente tal vez, o en ocasiones escribiendo algún artículo. No importaba dónde o qué se encontraba haciendo, siempre era capaz de escucharla.

- ¿Disfrutando del show? - preguntó Lena sonriendo.

- Mucho. Cantas muy bien - se acercó.

- Gracias, supongo.

Kara se sentó frente a ella y le dio un corto beso.

- Hola - saludo.

- Hola - sonrió con los ojos cerrados.

Kara dejo otro beso en sus labios y luego beso la frente de Liam.

- ¿Quieres ir a casa? - le preguntó.

- ¿Vamos a cenar primero?

- ¿Pollo frito? - Lena rió.

- ¿Alguna vez querras cenar algo que no sea pollo frito?

Kara la miró fijamente.

- Bueno, se me ocurre algo más - se acercó a su rostro - Pero, creo que eso podríamos dejarlo para el postre - le miró la boca.

Lena la miró con burla, sonrojandose un poco.

- Me refería al helado - la rubia rió - Que mente la tuya.

- Yo no dije nada - se defendió.

- Pero lo pensaste.

Lena abrió la boca fingiendo estar ofendida.

- Déjame tomarlo - pidió la rubia, Lena le dejo cargar a Liam.

Kara lo llenó de besos que solo hicieron que el bebé se removiera y arrugara la frente sin despertarse, lo que causó la risa de ambas; lo acomodó poniendo su cabecita en su hombro. Se levantó y le ofreció su mano a Lena.

- Ven, vamos a casa - le sonrió.

Lena tomó su mano sin chistar y con la otra tomó su bolso.

- Vamos, pero primero iremos por pollo frito.

- ¡Sí! - Lena rió al ver la emoción de su esposa.

Caminaron de la mano hasta el restaurante cercano.

- ¿Qué tal tu día?

- Bien, mi jefe me odia pero estoy bien - se rió - Nunca pensé decir esto pero, extraño los gritos de la señorita Grant.

Lena rió.

- Perdón, pero yo me tengo que reír.

- Claro, burlate de mi desgracia - se quejó.

- Te amo - le sonrió antes de entrar al restaurante.

Kara la miró y después de embobarse por un momento sonrió y la siguió.

Nuestro hijo - Supercorp.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora