Parte 7

11 4 4
                                    

Y desde esa noche, Pegy no volvió a ser la misma, no es que la conociera de toda la vida, pero su actitud era bastante extraña. ¿Estaría enferma? ¿Tendría problemas familiares? No quise parecer entrometida y decidí no insistir más en el por qué de su comportamiento . 

Mientras las semanas pasaban comencéa preguntarme el por qué Erika me había enviado a esta habitación, junto aesta chica, que aunque agradable, un poco extraña. Pegy seguía evitándome y poniéndose nerviosa ante cualquier contacto físico por pequeño que fuese.¿Tendría alguna fobia? Decidí ir hablar con Erika y saber más sobre ella. 

— Hola Erika, la saludo

 —Hola, respondió sin interés y apenas mirándome. 

—Me gustaría hablarte de...—Pegy, terminó por mi 

— Sí, dije un tanto sorprendida, ¿Cómo sabía que era ella el motivo por el que había venido? 

—Te escucho, dijo al fin mirándome.Me revolví un tanto incómoda hasta que pude reunir las palabras y escupirlas con velocidad. 

—¿Sabes si Pegy tiene algún problema? 

—¿De qué tipo? —Preguntó conteniendo una sonrisa—.

 ¿De qué tipo? ¿A qué se refería con eso? ¿Y qué significaba esa sonrisa? 

—No lo sé, dije sin vacilar

 —No creo que ella tenga ningún problema, es la chica más agradable que conozco, aunque admito que tiene gustos muy diferentes...-

— ¿Diferentes? Pregunté aún sin saber a qué se refería 

— Sí, ese fue el motivo por el que no pude seguir viviendo con ella, pero no creo que eso sea un problema, no si encuentra alguien que comparta susbgustos y según escuché, tú pareces ser ese alguien, dijo guiñándome un ojo. 

Como reflejo inmediato, mis mejillas se sonrojaron y comencé a imaginar a la linda Pegy y a mi juntas. 

— No es así, dije casi tartamudeando. 

—¿No? —Preguntó entre risas—, si lo has dicho casi en un susurro, no me digas que te avergüenzas, pobre Pegy, su corazón se destrozará al descubrir esto que acabas de decirme. 

¿Qué le sucede a ésta chica? 

—Creo que mejor debería hablar con ella directamente, —dije al fin— 

—Opino lo mismo, sería algo muy malo de tu parte hacerle creer que compartes sus gustos y que no sea así, —dijo haciendo morritos—. 

—Creí que te agradaba, —le dije— 

—Suelo mentir, —dijo descaradamente—.

MejillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora