Capítulo 32

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-Ni siquiera tú, un ser al que consideran un dios pudo detenerme. Dime que se siente haber perdido todo- dijo Dax con arrogancia, mientras con una de sus manos sujetaba a Annie del cuello -Dime Supergirl, que se siente que te hagan lo mismo que tú me hiciste y que te arrebaten todo lo que amas-

-Por favor, déjala ir... tómame en su lugar- pedí.

Aún con Annie en sus manos, Dax caminó hacia mí. El sonido de huesos crujiendo llegaba hasta mis oídos, Dax caminaba sobre los cuerpos, de los que fueron mis amigos.

-¡Déjales ir!- escuché a Lena gritar.

-¡NO, LENA, VETE DE AQUÍ!- la desesperación en mí aumentaba a cada paso que Lena daba -¡NO SIGAS!- supliqué.

-¡Déjales ir, es a mí a quien quieres!- dijo Lena a unos pasos de nosotros.

Intenté ponerme de pie, con las pocas fuerzas que tenía, para tratar de salvar lo único que me quedaba.

Dax, atacó de sorpresa, sin darnos tiempo de responder. Uno a uno fue asesinando a cada uno de mis amigos y familia. Los primeros en caer fueron las leyendas, asesinados atrozmente por un grupo de alienígenas. J'onn, Megan y Brainy intentaron detener la primera oleada de alienígenas que nos atacaron, mientras Nia formaba un escudo para mantener a salvo a Lena, en lo que Lillian llegaba para llevársela.

Pero... todos los intentos por detenerlos fueron en vano, ninguno de los planes que hicimos funcionó, porque jamás esperamos un ataque sorpresa y salvaje como el que Dax realizó.

Annie, no tuvo la fuerza necesaria para derrotar a Dax, el Daxamita había estudiado todas las debilidades de mi hija y supo aprovecharlas muy bien. A pesar de la brutalidad del ataque, Dax logró herirla de gravedad, tanto, que Annie terminó sin fuerzas para defenderse.

Bajo el cielo rojo de esta sangrienta noche continué deslizándome por el suelo, ensuciándome con tierra y sangre, tratando de llegar a Lena. La sangre corría por mi cuerpo, mis heridas eran severas, pero ninguna dolió tanto, como ver el cuerpo decapitado de Alex.

Los restos de lo que fue mi hermana, estaban a unos metros de mí. Alex dio su vida, tratando de salvar a Nora, pero su esfuerzo fue en vano. Nora murió solo unos minutos después de ella.

-Lena... por favor...

-¡Déjala ir!- continuó rogando Lena.

Una risa psicópata resonó cerca de nosotros. De entre las llamas del fuego que surgió de nuestra pelea, Lex salió riendo -¡Jamás pensé que disfrutaría tanto el verte rogar, hermanita!- envuelto en su locura, Lex volvió a reír con frenesí -¡Yo siempre gano Lena!- gritó.

De su Lexotraje emergió una espada de Kriptonita. Y ante nuestros ojos, Lex clavó la espada en el pecho de Annie, atravesando su corazón de golpe. Dax soltó a Annie, para que esta cayera de rodillas frente a mí, sus ojos perdieron brillo mientras la sangre emanaba de su cuerpo en cantidades tan exorbitantes, que incluso llegaron a manchar mi rostro. Mi hija, mi Annie, me miró por ultima vez, antes de que su cuerpo inerte cayera por completo al suelo.

-¡ANNIE!- el grito desgarrador de Lena retumbó en cada parte de mi ser.

-¡YO SIEMPRE GANO!- volvió a decir Lex -Ya sabes que hacer con ella- le dijo a Dax. Lena me dedicó una débil sonrisa antes de que Dax le partiera el cuello.

-¡LENAAAAAAA!




Me desperté de golpe, sintiendo una enorme presión en el pecho, comencé a desesperarme al sentir la falta de aire, la recámara de Lena se sentía muy pequeña, haciendo que me asfixiara.

Si Tú SupierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora