Capitulo 18

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Mi mente esta perdida en el gran dolor que siento. Camino lentamente por el pasto del gran cementerio en donde me encuentro, mientras en mis manos descansa un ramo de flores.

Si tan solo hubiera sido más fuerte, si tan solo hubiera matado a Lex hace mucho tiempo, nada de esto habría pasado. Pero es algo que ya no puedo cambiar por más que me duela.

-Hola- susurró con tristeza a la lápida frente a mí -Traje flores- dije depositando con suavidad las flores, frente a la lápida.

Me senté en el frío pasto, antes de hablar nuevamente- Sabes...en un momento del pasado te juzgue mal...no podía entenderte del todo- dije con tristeza-siempre fuiste un padre amoroso y protector. Cuidaste de mí como tú propia hija, gracias por eso. Pero nunca pude entender del todo, tus sacrificios por Alex y por mí...hasta hoy-

Las imágenes de la pelea con Annie y de ella recibiendo la bala por mí, volvieron a mi mente.

-Hoy...cuando mi hija estuvo apunto de morir, entendí lo que un padre o madre es capaz de hacer por sus hijos. Seria capaz de todo, incluso matar, para protegerla- y eso era lo que estuve apunto de hacer cuando Sara llegó, y con ella traía a Lex, cuando lo tuve frente a mí quería matarlo lenta y dolorosamente. Y lo habría hecho de no ser por qué J'onn y Megan me detuvieron usando la fuerza.

-Eres abuelo...tienes dos hermosas nietas- dije con tristeza al tocar la fría lápida en memoria de Jeremiah. Comencé a relatarle todo lo que sabía sobre ellas. Como Nora se parecía mucho a Alex y cómo está aún estaba asimilando que tendría una hija. Le conté sobre Annie y Lena.

Todo lo que había pasado esta mañana, me había hecho recordarlo, así que volé para visitarlo en su lugar de descanso. Solo yo era capaz de estar a las doce de la noche en pleno cementerio.

Después de una hora, me despedí de mi padre adoptivo y salí volando rumbo a la Waverider.
Al llegar a la nave camine directo al área médica. Una vez las puertas se abrieron puede ver a Annie recostada en la cama médica, con sus ojos cerrados y su respiración suave.

El recuerdo de todo lo sucedido llegó a mí, recordé el momento en que escuché su corazón detenerse. Fueron solo unos segundos...pero a mí me parecieron eternos.

Alex había tomado el mando de la situación en ese momento, de los presentes era quien mejor sabía cómo actuar ante un Kryptoniano en crisis. Contuve la respiración hasta oír nuevamente el latido de su corazón, Alex lo había logrado, la había traído de vuelta.

Una vez Annie estuvo estable, iniciaron la cirugía, el disparo había sido a la altura de su pecho, más no era tan grave, pero Annie había colapsado por la gran pérdida de sangre, más el desgaste de la batalla y la exposición de su cuerpo a tres tipos de Kryptonita, lo cual había sido fatal para ella.

En cuanto Alex sacó la bala, el cuerpo de Annie empezó a regenerarse. Les entregué el reloj, cuando el traje fue activado, cubrió por completo el cuerpo de Annie. Por un momento pareció verme a mi misma aquella vez...cuando casi moría por la Kryptonita en el ambiente.

El traje fue retirado una vez ella estuvo libre de Kryptonita, dejándola solo con la luz solar, aún así...ya han pasado doce horas y ella aún no despierta.

Por esa razón, Sara insistió en trasladar a Annie a la nave. Brainy y Alex habían estado de acuerdo, la tecnología de la nave les ayudaría a monitorearla mejor.

Salí de ese recuerdo y centre mi vista en Lena. Ella se había quedado dormida, con la cabeza recostada sobre sobre la orilla de la cama, mientras su mano sujetaba con firmeza la de Annie.

Me acerqué y la tome en brazos, la coloqué con cuidado en un pequeño sofá, deposité un beso en su frente y la cubrí con una manta. Me senté a un lado de Annie, acaricié con cuidado su rostro, el cual ya estaba libre de cualquier golpe.

Si Tú SupierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora