Capitulo 8

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-¡Madre!-

Fue lo único que dije una vez la luz reveló a Lillian Luthor sentada cómodamente en mi sofá, vestida completamente de negro. Dos hombres más se encontraban en la oficina, uno custodiaba la puerta y el otro se encontraba parado cerca de mi madre.
En buen momento se me había ocurrió quedarme sola.

-Hola hija, cuánto tiempo- dijo con su típica sonrisa ladina.

-¿A que debo el honor de tu visita?- mencioné tratando de mostrarme lo más calmada posible. Estaba acorralada, mis guardias no estaban cerca y el reloj para llamar Kara lo había dejado en el laboratorio.

-¿A caso una simple madre no puede venir a ver a su amada hija?-

-Tú no eres una simple madre- aseguré- y lo de amada hija, aún lo sigo dudando- ella solo sonrió más ante mi respuesta.

-Vamos Lena, tú yo sabemos que en verdad te amo, eres mí hija-

-Sí, me quedo muy claro el amor cuando enviaste a matarme en mi cena de gala- esta era un buena oportunidad para saber si fue mi querida familia .

-Me ofendes Lena- dijo dramáticamente llevando una mano a su pecho - pensé que tenías claro la calidad de mis ataques, si yo estuviera detrás de eso, ¡Ya estarías muerta!- sentenció-Incluso, podría hacerlo ahora mismo- dijo caminando hacia mí.

-Hazlo- la rete - antes de que puedas tocarme Supergirl estará aquí-Ella solo sonrió más ampliamente

-Adelanté llámala- contestó tomando asiento nuevamente- Me encantara...- dijo sacando una pequeña caja color plata- verla retorcerse del dolor- mencionó abriendo una caja la cual iluminó la habitación de color verde. Mire la Kryptonita y después a mi madre, la rabia empezó apoderarse de mí, no pensaba permitir que ella dañara a Kara.

-Se que está en el edifico Lena, al igual que todos sus tontos amigos- continuó hablando.

-¡Entonces mátame de una vez y termina esto!- grité.

-Hay Lena Lena...no he venido a eso cielo- dijo con un tono de voz muy calmo. -Por el contrario he venido a ayudarte-

-JA, ¿Cómo podrías tú ayudarme?-

-Con esto- dijo sacando un broche que emitía una luz roja.

-¿Qué es eso?-pregunté dudosa.

-Esto...querida hija, es lo que necesitas para salvar a tu amigo alienígena-

La miré dudosa, no entendía nada de lo que estaba pasando, pero mi madre solo sonreía, podía ver esa sonrisa ladina, al darse cuenta que ahora si tenía mi atención.

-Cómo ya sabrás-continuó- tu "amigo"- estuvo en la nave de Leviatán, arruinando nuestro planes, la nave tiene un mecanismo de defensa, el cual al detectar a un intruso activa un escudo de radiación proto enfocada-

-Lo sé...Brainy tenía los niveles de radiación a tope-

-Los cuáles no has sido capaz de eliminar, solo los nivelaste para evitar su muerte e inducirlo al coma-

-Veo que estás muy bien enterada madre- algo qué no me sorprendía dado los archivos qué había encontrado.

-Cómo siempre hija- aseguró- este pequeño es capaz de eliminar esa radiación en cuestión de minutos- dijo moviendo el pequeño broche.

-¿Y qué es lo que quieres a cambio? Porque contigo nada es gratis madre-

-¡Quiero que me ayudes a encontrar a Lex!-sentenció.

-¿Qué?- pregunté no entendiendo nada- ¿No se supone ustedes son aliados? O es que el amor de madre e hijo se les terminó- dije sarcásticamente.

Si Tú SupierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora