Capitulo 20

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Me removí en las sabanas al sentir una mano sujetarme con firmeza por la cintura. Me giré para ver a Annie, pero para mí sorpresa, era Kara quien me sujetaba. No tenía idea de en qué momento había llegado a mi cama.

Acaricié con suavidad su rostro, la luz de la luna se colaba por la habitación, dándole un toque hermoso al momento. Eran cerca de las dos de la mañana, me quedé contemplándola dormir unos minutos, hasta que me percate de que Annie no estaba en la cama.

Me levante lo más sigilosa posible, para no despertar a Kara. Me puse mi bata y salí al pasillo, más le valía a Annie estar en la segunda habitación de invitados.

Iba camino a esta, cuando un ruido proveniente de la cocina llamó mi atención. Camine lentamente, acercándome sin hacer ruido alguno, me asome por la orilla de la pared para evitar ser vista.

Annie estaba sentada en uno de los taburetes de mi cocina, con la mirada perdida en la barra. Me asome un poco más y puede ver a una silueta conocida, Mia estaba del otro lado de la barra, preparando algo.

-Toma- dijo suavemente la rubia cuando depositó un pequeño plato con un Sándwich frente a Annie.

-Gracias- susurró Annie, pero no se movió.

-Oye- dijo Mia recargándose en la barra - se que no soy la mejor en la cocina, pero este aperitivo es lo mejor que puedes probar en la noche...mi papá lo preparo para mí cuando viaje a el pasado, por la crisis- agregó.

-Oh- fue todo lo que dijo Annie antes de tomar el Sándwich en sus manos y probarlo- esta delicioso- aseguró.

Las palabras de Annie fueron sinceras pero sin mucha motivación.

-Tienes que decirles Annie- dijo Mia.

-Acabó de volver con ellas, no quiero preocuparlas- la respuesta de mi hija hizo que frunciera el ceño.

-Annie ellas son tus madres, son las personas que más pueden ayudarte-

-Estoy bien-

-Oh por Dios Annie, se muy bien que lo que Sara te inyectó no era una vitamina- dijo exasperada la rubia. ¿Que diablos esta pasando? Me pregunté - Tienes que decirles- repitió Mia.

-Puedo arreglármelas sola- aseguró Annie levantándose de su lugar.

Mia rodeó rápidamente la barra y sujetó a Annie de la mano, mi hija se detuvo en cuanto sintió su contacto.

-Annie, eres la persona más fuerte que conozco, y no lo digo por tus poderes. Pero esto es demasiado para ti-

Annie rompió el contacto de sus manos, para voltear a ver a Mia.

-Yo puedo con esto, no les dire y tú tampoco- sentenció Annie.

-Ellas tienen derecho a saberlo-

-No te metas Mia- dijo seria Annie, camino hacia la joven rubia, usando su diferencia de altura para imponerse, pero con Mia parecía no funcionar- Esto no es de tu incumbencia- agregó.

-Claro que lo es, me preocupo por ti, eres mi amiga...-

-¡No!- dijo Annie levantando un poco la voz - No somos amigas Mia, dejamos de serlo desde aquel día-

-A pesar de todo me sigues importando-

-¡No mientas!- Annie empezaba a hablar cada vez más molesta- Yo no te importo, lo demostraste aquel día en el acantilado, cuando lanzaste el relicario-

-El que no haya aceptado tus sentimientos no quiere decir que no me importes- aseguró.

-Sabes...esto no es porque me hayas rechazado, es por la forma en la que lo hiciste...Puedo entender que no me veas de esa manera...-

Si Tú SupierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora