INNOCENT PUPPY | taegi

fourteen

La habitación se encontraba mínimamente alumbrada por la luz del sol que se filtraba por las cortinas negras, lo único que se lograba apreciar era la respiración calmada de cierto alfa de cabellera negra, a la par de bajos ronquidos.

Yoongi sonrió mordiendo levemente su labio inferior, sus ojitos apreciando con fascinación los colmillos que sobresalían de la boca de su pareja.

Había despertado una hora atrás, dónde solo se había encargado de aprovechar la poca luz en el cuarto para observar al mayor, en ese tiempo, descubrió ciertos gestitos que hacía el alfa al dormir, calentando su pechito de amor; Taehyung mantenía su boca semi abierta al dormir, dejando escuchar bajos ronquidos - que eran más como gruñidos - que no molestaban en lo absoluto. También cuando cerraba su boca, solía hacer un puchero, pero a los segundos volvía al gesto anterior, Yoongi suponía que era molesto mantener la boca cerrada ante los grandes colmillos. De vez en cuando, el alfa gruñía, fruncía el ceño solo para jalarle de la cintura y así romper la inexistente distancia entre sus cuerpos.

El omega soltó un suspiro, acomodándose y escondiendo su rostro en el pecho del hombre pelinegro, dando suaves caricias con su nariz, el fuerte e imponente aroma que desprendía haciéndole ronronear.

Vante era su alfa... El solo pensamiento le hizo sonreír emocionado.

— ¿Por qué no me dijo que era Vante? — Había cuestionado antes de caer inconsciente a los brazos del alfa.

Horas después, despertó en la cama de Taehyung, con un gran e imponente lobo de pelaje negro a los pies de la cama, con las orejas en alto y al parecer con la mirada fija en la puerta de la habitación. Haciendo guardia al parecer, cuidando que nadie entre a molestar a su omega.

— ¿T-Tae? — Llamó con duda, su voz sonando bajita. El lobo volteó al instante, poniéndose de pie y acercándose con las orejas gachas, una vez estuvo cerca olfateo su mejilla y dió una lamida. La lengua áspera causándole cosquillas al menor. — Eres muy lindo lobito, pero quiero ver a Taehyung.

Recuerda con claridad el gruñido a modo de queja que dió el lobo, sonrió y cerró sus ojos, sintiendo un peso segundos después sobre sí.

Unos brazos rodeandole con fuerza y un rostro escondido en el espacio entre su cuello y hombros.

— ¿Cómo estás, bebé? — Cuestionó al alejarse, observando su rostro en busca de algún gesto de molestia o parecido.

— Estoy bien, Hyung — susurró, tratando de apartar al alfa, mismo que se alejó, sentándose a un lado cuando el omega tomó asiento, apoyando su espalda en el respaldo de la cama. — Vante... ¿Es usted?

Taehyung desvío la mirada, sintiendo a su lobo sacudirse en nerviosismo. Soltó un suspiro y asintió.

Seguramente me pondrá una orden de alejamiento. Pensó el alfa, totalmente ajeno a la reacción del omega. Mismo que cubrió su boca con una mano, sonriendo y sintiendo a su gatito interno alterarse en emoción.

Taehyung dió un pequeño salto cuando el menor se sentó en su regazo, abrazándole por el cuello y escondiendo su rostro ahí.

— ¿Por qué no me dijo antes? — La voz llena de emoción le hizo fruncir el ceño.

— ¿No estás enojado? ¿No me tienes miedo? — Cuestionó, liberandose un poco del abrazo para ver el rostro de su pareja. — Soy un asesino, Yoongi. — Aseguró.

— ¿Y? — Taehyung sonrió con cierta confusión.

— Podría matarte.

— ¿Matar a su omega? — el menor se acomodó, separándose dejando sus manos en los hombros del alfa, viéndole con los ojos entrecerrados. — Por más despiadado que sea, no es capaz de matar a su omega.