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Yoongi jamás se esperó tener de mejor amigo a un alfa de pantera, pero ahí estaba; Tenía a Jung Hoseok, un hombre que actualmente tenía veinticuatro años.

El día que lo conoció estaba esperando el autobús para regresar a casa después de visitar a su abuela, pero mientras esperaba, una gota de agua mojó su rostro, y esa una, se convirtieron en miles. Su poco agrado al agua le hizo esconderse en un rincón que tenía un poco de techo, espantando al alfa que iba ahogado en sus penas y maldiciendose a sí mismo.

Hoseok después de dejar de lado el susto, sintió algo raro para él y su alfa interno al ver a un chico intentando cubrirse con su chaqueta y le cubrió con su paraguas. Platicaron un rato hasta que el autobús de Yoongi pasó.

Tanto Min como Jung pensaron que sería la única vez que tendrían una plática con alguien agradable que no le criticará o hiciera menos todos sus logros.

Hasta que después se encontraron nuevamente unas dos veces y en la tercera ocasión, fue cuando el alfa le pidió su número telefónico al omega, alegando con que era para conocerce mejor.

Logrando aquel lazo inquebrantable entre ambos.

Por ello cuando el alfa se enteró de los maltratos hacia el omega por la gente de Daegu, empezó a ir a buscarle después del termino de su horario escolar, en un vago intento de acabar el sufrimiento del chico, porque solamente le hacían bromas pesadas o le golpeaban cuando salían, no dentro, porque la única neurona en su cerebro había trabajado después de ser reprendidos por el director.

También había usado la voz de mando y por un tiempo eso ayudó, fueron meses en los que nadie se acercó a Yoongi, pero eso cambió de un día para otro, pues los betas comenzaron a molestarle por orden del grupo que siempre agredía al omega. Se volvió un problema que era difícil de resolver, por eso Min le pidió a Hoseok que ya no se estresara, que se ocupará de su trabajo y que aguantaría lo que le hicieran con tal de ser consentido.

Por lo cual, en ese momento estaban acostados en la cama de Yoongi, mismo que estaba escondido en el pecho del mayor, buscando detener su llanto con el aroma a roble y canela.

Quince minutos pasaron hasta que el menor terminó dormido. Hoseok sintió a su pantera relajarse al verlo descansando y se movió lentamente para levantarse, lo cubrió con la sábana y dejó un besito en su frente. Estaba por irse, cuando escucho un sollozo y el omega se removió buscando algo, se quitó su abrigo de prisa y lo dejó a un lado del menor, quien al sentir el fuerte aroma lo llevó a su nariz para después suspirar entre sueños.

— Señora Min.— Llamó a la madre de su amigo, entrando a la cocina.— Tengo que retirarme, por favor, cuando Yoongi despierte dígale que me llame.

— Claro, gracias por traerlo.— Le sonrió y el alfa le devolvió el gesto, reverenció a modo de despedida y salió a la sala, donde estaban los dos mellizos.

— ¡Hyung!, ¿juega con nosotros?.— Preguntó el niño sujetando la mano de su hermana y la mano del mayor.

— Lo siento, debo irme al trabajo.— Murmuró frunciendo la nariz, demostrando con aquel gesto su desagrado por ir al trabajo. El cachorro rió y asintió divertido, dejando a Hoseok retomar su andar y lograr salir de la residencia Min.

Tampoco había que olvidar el gran detalle de que la familia le había aceptado, claro, después del gran interrogatorio por parte de los hermanos mayores de Yoongi, solo para asegurarse que no le haría daño. También, tuvo que jugar con los más pequeños para recibir un pulgar arriba y se podría decir que con los padres fue más sencillo, porque la dama después de verlo con los ojos entrecerrados le sonrió y el padre le amenazó con cortarle el pene si le hacía algo a su hijo.

INNOCENT PUPPY | taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora