Hope Ur Okay¹ ||Sirius Black|| [Saga Secrets]

xvii. Una fiesta para Sirius y Mérope

3 de noviembre de 1974

Hoy era el cumpleaños de Sirius y Mérope y la verdad es que ya tenía ganas de que este día llegase. Este año James y yo decidimos organizarle una fiesta de cumpleaños sorpresa en la Sala de Menesteres. Obviamente los chicos nos ayudaron con ella.

James traería las bebidas; Leah haría un pastel con ayuda de Maddie, Mack y Regulus; Lea traería algo para comer; Remus y Peter seleccionarían la música; Mary y Dorcas prepararían algunos juegos para estar entretenidos; Marlene invitaría a algunas personas, y yo haría lo más importante: dirigirlos a todos y distraer a Sirius y Mérope para luego llevarlos a la fiesta.

Teníamos un plan: ninguno de nosotros los felicitaría. Sabía que me sentiría mal luego, pero no importaba porque se lo compensaremos con la fiesta.

Cuando me preparé, esperé a que Mérope saliera del baño, y ella al salir tenía una gran sonrisa.

—Buenos días Nia —me saludó Mérope.

—Buenos días Beth —dije con una sonrisa—. ¿Nos vamos?

—¿No se te olvida algo?

—No, la verdad es que no —dije encogiéndome de hombros, a Mérope se le borró la sonrisa de la cara.

Ambas salimos de la habitación y fuimos al Gran Comedor, todos estaban sentados en la mesa de Gryffindor, así que nosotras fuimos con ellos.

—Hola queridos —dije sentándome a un lado de Sirius, éste me vio y compartimos una sonrisa.

—¿Nada que decirme rubia? —me preguntó con una sonrisa.

—¿Qué os pasa a Mérope y a ti? ¿Por qué pensáis que os tengo que decir algo? —dije frunciendo mi ceño.

—No sé, ¿qué día es hoy? —me preguntó de nuevo Sirius.

—Ehh, creo que viernes.

—Sí, pero, ¿qué fecha?

—¿3 de noviembre? —respondí a modo de pregunta.

Vi como Sirius abría la boca para volver a preguntar algo, pero Mérope le puso una mano en el hombro y negó. Me sentí mal, quería felicitarlos, pero también quería que el plan saliera bien, así que me tendría que aguantar hasta la noche.

Terminamos de desayunar entre risas, aunque se notaba que Sirius y Mérope las forzaban.

Los chicos salieron del Gran Comedor dejándome a solas con los Black. Yo les regalé una sonrisa y ellos me devolvieron una pequeña sonrisa. Nos levantamos de la mesa y salimos del Gran Comedor para ir a clases. Para mi suerte hoy tenía dos clases con Gryffindor, por lo que me sería más fácil tener a Sirius y Mérope cerca.

Terminamos la penúltima clase del día y ahora tenía Herbología con Slytherin, así que le pedí a James que cuidase a Sirius por mí y que antes de que su clase acabase estaría allí para esperarle. Y así fue, cinco minutos de que acabase mi clase pedí permiso a la profesora, para poder irme junto a Mérope; nos lo dio, pero Mérope estaba muy confundida. Yo no le iba a explicar nada, porque no tenía tiempo entre otras cosas.

Una vez que salimos de la clase nos tocó correr; Gryffindor tenía pociones junto a Hufflepuff. Mérope me seguía sin entender nada, pero al ver que yo no iba a responder sus preguntas prefirió no seguir preguntando.

Justo cuando los alumnos empezaron a salir del aula llegamos nosotras, y en cuanto vi a Sirius salir hablando con Lea, fui con ellos.

—Hola chicos, ¿qué tal las clases? —me acerqué a ellos y me puse en medio abrazándolos a ambos por los hombros.