xxxiv. Nos has traicionado

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11 de agosto de 1981

Habían pasado ya un mes desde la muerte de Marlene y la de Melissa. También habían muerto Dorcas y los gemelos Prewett, todos estábamos devastados por las pérdidas de nuestros amigos, pero entre las más afectadas estaban Leah y Mary, y las comprendía, perder a dos personas que amas es muy difícil.

Hoy tuve una misión con la Orden y cuando terminé volví a casa con Sirius e Hydra.

—¡Ya estoy en casa! —grité desde la entrada mientras me quitaba el bolso.

Pasé a la sala y me encontré a Sirius en el suelo jugando con Hydra, sonreí inconscientemente, Hydra giró la cabeza y al verme sonrió.

—Mamá —extendió sus brazos para que la cogiese en brazos, y eso hice, me acerqué a ella, la cargué y comencé a repartir besos por su cara mientras reíamos.

—¿Quién es la niña más hermosa de este planeta?

—¡Yo!

—Ya he hecho la comida, y le he dado de comer a Hydra, solo falta poner la mesa para que comamos nosotros.

—Gracias, hoy ha sido un día muy largo en la Orden.

—Ajá —Sirius pasó por mi lado y no me dio ningún beso ni abrazo, fruncí el ceño y él pasó de largo a la cocina.

Me llevé a Hydra en brazos a la cocina y la senté en su silla, Sirius había puesto la mesa y nos sentamos a comer.

Intenté entablar una conversación con él, pero no hacía caso estaba distraído, supuse que era porque ya no pasaba mucho tiempo con James, cosa que entendía.

Terminamos de comer, recogimos todo y en la comida decidimos que iríamos a casa de los Potter, a ver si necesitaban algo. Últimamente Sirius se estaba comportando de una manera un tanto extraña conmigo, no sabía que le pasaba y temía que hubiese descubierto que era una mortífaga. Sabía que me odiaría si se enterase, porque lo hubiese traicionado a él sobre todo porque fue una de las personas que más sufrió con ellos, porque su familia estaba del lado de Voldemort.

Salimos de la casa y llevé a Hydra a casa de mi hermano, mi hermano me dijo que quería pasar tiempo con su sobrina, por lo que me vino de perlas.

Nos aparecimos enfrente de la casa de los Potter, Sirius entró rápidamente, sabía que extrañaba pasar tiempo con James. Eran como hermanos, y yo también lo extrañaba a él y a Leah, eran mis mejores amigos y me dolía que se tuviesen que quedar encerrados en su casa por una estúpida profecía.

Entré y después de mí cerré la puerta, fui a la sala y Leah me abrazó con fuerza, yo correspondí. Nos separamos y vi cómo tenía unas lágrimas en los ojos, yo le sonreí con tristeza, me dolía verla así, de verdad.

—¿Y para mí no hay ningún abrazo señorita? —habló por detrás James, yo lo vi y fui rápidamente a abrazarlo, él me dio un beso en la cabeza—. Te he extrañado enana —dijo entre risas.

—Yo también farola.

Nos separamos y nos sentamos en los sofás que había en la sala, Sirius se sentó junto a James y yo con Leah. Sirius intentaba evitar todo el rato mi mirada y yo hacía como si nada hubiese pasado, pensaba que no se notaba que me disgustase eso, pero claramente Leah lo notó, y cuando los chicos estaban distraídos me preguntó susurrando si estaba bien y yo asentí, no quería que se preocupase por cosas innecesarias.

—¿Y el pequeño Harry dónde está? —pregunté.

—Pues ahora está durmiendo en su cuarto, y hablando de niños, ¿no habéis traído a Hydra? pensé que podrían jugar un rato cuando Harry se despertase —dijo Leah.

Hope Ur Okay¹ ||Sirius Black|| [Saga Secrets]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora