Hope Ur Okay¹ ||Sirius Black|| [Saga Secrets]

xviii. Que imagen mental tan... Perturbadora

6 de junio de 1975

Hoy era la graduación de Payton, y estaba muy emocionada y triste a la vez. Estaba muy orgullosa de mi hermano mayor, ya que había recibido el Premio Anual a inicios de curso y este año lo había hecho mejor que los anteriores. Pero a su vez, me entristecía que ya no lo iba a tener aquí en Hogwarts, y lo más seguro es que ya no estaría tan presente en mi vida.

Acudiríamos a la ceremonia nuestros padres, Mike y yo, al igual que el resto de familiares de los demás alumnos que se graduaban.

Fui a la habitación de mi hermano, y al llamar la puerta escuché un "Adelante". Al entrar, vi que Mike también estaba allí.

—Hola —saludé con una amplia sonrisa.

—Naia —Payton me miró con una amplia sonrisa.

—Estás muy elegante —le señalé el traje azul marino que llevaba.

—Muchas gracias, hermanita —me agarró de los hombros para acercarme y abrazarme.

Mike, nos miró con ojos de cachorrito, pidiéndonos si se podía unir al abrazo, así que le hicimos un hueco, y sonriente, nos abrazó.

—Te quiero mucho Pay —él me miró a los ojos con una pequeña sonrisa—. Eres el mejor hermano mayor que jamás pude pedir. Has cuidado de Mike y de mí durante todos estos años, y ahora que te vas de Hogwarts, probablemente eso cambie —él negó con seguridad—. Payton, tendrás tus propios problemas con el trabajo y demás y no tendrás tanto tiempo para nosotros. Desde luego que me gustaría que nada cambiase, pero la vida no funciona así. En cuanto nos vayamos de aquí, te vas a mudar con Taylor y seguro que no tardaréis en formar una familia preciosa.

—Naia... —mi hermano me miró triste—. Sabes que aunque no esté a tu lado físicamente si lo estaré en tu corazón, ¿verdad? —asentí sin ganas—. Sois muy importantes para mí, y aunque sea verdad lo que has dicho, estaréis presentes en la vida de mi familia, porque también será vuestra familia. Cuando tenga hijos, vosotros seréis sus tíos favoritos, y a pesar de que os lo niegue, les daréis todos los caprichos que quieran —una lágrima se escapó por mi ojo y Payton me la limpió con el pulgar—. Siempre vais a ser los tontorrones de mis hermanos pequeños, a los que quiero mucho, pero que también les daría una leche de vez en cuando.

Los tres nos reímos por ese comentario. Nos separamos del abrazo cuando alguien llamó a la puerta. Era Taylor, la novia de Payton.

—Siento si interrumpo, pero la ceremonia va a empezar enseguida —los tres sonreímos y asentimos.

Salimos de aquel cuarto, y fuimos al Gran Comedor, que estaba decorado acorde a la casa ganadora de la Copa de Casas de ese año: Gryffindor.

Mike y yo nos acercamos a donde estaban nuestros padres —y el resto de familias de los graduados—, y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. Por otro lado, Payton se sentó en primera fila, al lado de Taylor. Vi como ellos dos se dieron la mano y se miraban cómplices, y yo sonreí de ver que mi hermano estaba felizmente enamorado.

La ceremonia comenzó, y todos estaban atentos a las palabras que decía la profesora McGonagall, a cómo iba felicitando a los alumnos por su graduación, a cómo les agradecía los siete años en los que les había dado clases.

Fue un verdadero espectáculo de risas y lágrimas, pero eso no quitaba que los alumnos se sentían felices de terminar sus estudios, aunque también mostraban nostalgia, porque durante los últimos siete años este había sido su hogar, donde habían hecho amistades, donde habían conocido a su otra mitad, donde se encontraban grandes recuerdos de sus vidas, recuerdos que siempre llevarán con ellos mismos.