Capítulo 3: ¿Qué paso con Alice?.

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Despues de un rato salí hay, tenía que ir a trabajar para poder mantenerme en pie y atmbién para costear algunas cosas, hasta hace un tiempo trabajaba para ayudar a mi mamá con su enfermedad la cual le causo la muerte, desde entonces me había sentido muy triste la depreción que tenía era inmensa, pero mi madre o mejor dicho su espiritu, hizo que me volviera a levantar y seguir adelante con mi vida.

Cuando por fin llegue a mi trabajo todo estaba un poco fuera de control y repleto de personas tanto jovenes como adultos, así que seria seguramente una tarde myu agitada, lo cual seria muy interesante, talvez un poco de mi ayuda y con las demás chicas podriamos hacer que todo de tranquilizara un poco.

- Hola Anabel- Dijo mi jefa un poco agitada por la cantidad de personas que esperan ser atendidas.

- Hola jefa ¿En qué puedo ayudarla?- Dije tratando de pasar entre las personas.

- Ve y ayuda en la cocina- Me dijo casi a gritos.

- Si voy- Dije tratando de pasar entre las personas para poder llegar a la cocina.

- Vamos apresurate- Me dijo mientras aplaudia para insinuar que tenía que moverme mucho tiempo.

Me dirigi hacia la cocina y Mari estaba que se arrancaba los cabellos.

- Mari ¿En que puedo ayudar?- Dije con mi uniforme ya puesto poníendome el delantar de cocina.

- Que bueno que llegarte- Dijo dejando salir un suspiro.

- Empieza por los batidos- M e ordeno con su delicada voz.


En cuanto lleque todo empezo a mejorar rápidamente ya que me puse a ayudar a Marí a terminar los pedidos que tenía retrazados, ya que Barbara la cocinera principal se habia retardado y ella estaba completamente sola sin nadie más que la pudiese apoyar. Luego de una hora y media, logro llegar Barbara y por fin pudimos avanzar un poco más, mientrastanto me dedique a mi verdadero trabajo el de camarera. Al terminar todo me toco sacar la basura, pero me lleve una gran sorpresa.

- Hay estas bolsas están pesadas- Dije levantando con un poco de dificultad las bolsas negras.

- Wou, necesitas ayuda Ana- escuche una voz detras de mi, masculina y algo conocida.

- He? qué-qué haces aqui?- Dije un poco confundida ya que nunca pense que me encontraria con Alexander por estos lados.

- Estaba caminado y quise pasar por aquí- Me dijo mientras me miraba de arriba a abajo con una sonrisa.

- Sabes tú belleza resalta vestida así- Dijo con una pisca de picardia en su mirada y sonrisa.

- Idiota hum¡- Le dije mientras entraba en la cafeteria muy sonrojada por lo que me había dicho, no podía creer que él pensaba así de mí. Cuando entre cerre la puerta y me deslice, hasta tocar el piso, trataba de calmarme, cada vez que él se me hacerca mi corazón late muy rápido, sentía como si fuera a explotar mi corazón, pero yo se bien como controlar la mayoria de mis sentimientos, y espero poder hacerlo junto a él mantener mi control es lo mejor que puedo hacer.

- ¿Qué te pasa Anabel?- Dijo mi jefa.

- Na-nada jefa- Balbucee al decirlo.

- ¿Tienes fiebre?- Me pregunto muy procupada y me imagine que tuvo esa impresión porque todavia estaba roja.

- No és nada- Dije levantando la mirada y poníendo una pequeña sonrisa, tratando de que ella dejara de preocupara, ya que no estaba ni deceo estarlo.

- Creo que deberias empezar a irte más temprano de ahora en adelante- Dijo mientras ponía su mano en mi hombro. Pero siendo sincera no comprendo lo que estaba pasando en ese momento, ya una parte de mi no terminada de asimilar lo sucedido con Alice.

♥El Misterio de Alice♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora