capítulo 4: Rutina y nueva conocida.

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Pasaron días y yo sequia la misma rutina de todas las mañanas para salir al instituto. Pero también tenía a Alice que había que parecia una pesadilla, y para peor no solo tengo que aguantala a ella aquí también lo es en el instituto al igual que lo hago con su hermano, quien es el chico más fastidioso que he conosido en mi vida. Aunque de todas maneras la sigo queriendo como a una hermana, pero ahora tengo que evitar que intente medio matar a las supuestas amigas de Alexander. Pero ya le había dicho que la ayudaria y no puedo retractarme repentinamente, ya que no es algo que yo haga, ahora que lo pensó ella puede estar utilizando eso para que la ayude, ya que sabe que a mi no me gusta romper mis promesas y lo peor es que sus tacticas son demaciado comprometedoras. Durante un rato estuve perdida en mis pensamientos sobre todo con Alice, las amigas de su hermano y Alexander la verdad es que no sé cómo pensar este reto, pero de alguna manera lo lograre.

- Hola tu eres Anabel ¿cierto?- Me dijo una d mis compañeras de clase, comportandose muy amable, lo cual para ser sincera me agrado.

- Sí, ¿Y tú eres?- Le pregunte con una sonrisa e intentando ser muy amable.

- Yo soy Sabrina- estendio la mano y yo la estrche- Mucho gusto-

- El gusto es mío-

- Mira me caes muy bien así que te dare un consejo- Me dijo en tono de secreto.

- ¿Cual?- pregunte con un pequeño tono de curiosidad.

- Sera mejor que te alejes de tú nuevo compañero de pupitre, ya que es todo un "Don Juan"- Me dijo con una mirada muy seria. En ese momento me di cuenta de que a ella le había pasado algo con Alexander, pero de todas maneras actue como si no supiera de quién hablaba.

- ¿De quién hablas?- le pregunte con mirada inocente.

- De él- Dijo mirendo disimuladamente hacia la puerta y hacia Alexander, mientras él tampoco dejaba de mirarnos.

- ¿Hablas de Alexander?- Le pregunte sonriendo para que no se dieran cuenta de lo que hablabamos.

- Sí, de él- Me respondio Sabrina.

- Lo tomare en cuenta- dije con suma tranquilidad en mi voz.

- Bien yo cumplo con avisarte- Me dijo con un tono entre amable y algo molesto. Evidentemente la había echo molestar.

- Gracias y tranquila- Le dije, mientras que ella se alejaba de mi puesto y se fué a hablar con un grupo de chicas la cuales empezaron a reirse, aunque lo que ellas no saben es que yo si las podia escuchar y que se muy bien que no hablaban de mi lo cual me hizo un poco feliz.

Cuando ella se alejo y dejo de mirar hacia mi, pude ver que Alexander se hacercaba a mí como todos los días.

- Hola Ana, veo que ya te quitaste ese hermoso traje de camarera- me susurro inclinandose hacia mi con una mirada que buscaba descubrir algo de mi.

- No me llames Ana mi nombre es Anabel- Le dije mostrandome un poquito enojada, ya que jamas le permiti que me llamara así, bueno no que yo recuerde.

- Está bien, no se enoje- Dijo con una picara sonrisa que ni siquiera intentaba disimular.

- No estoy enojada- Le dije aunque era claro que estaba mintiendo, pero no quiero entrar en un dilema con él, ya que almariamos un alboroto.

- ¿Qué te dijo ella?- Dijo irandome directamente a los ojos, en ese momento senti que una fuerza elextrica recorria todo mi cuerpo.

- Nada, solo nos conociamos- Le respondi mostrandome muy tranquila.

- No es cierto, mi hermana me enseño a saber cuando estas mintiendo- Me comento con un tono de voz muy sombrio.

♥El Misterio de Alice♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora