Cuando llueve, siempre vuelvo a tu puerta

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Hola chic@s, espero que se encuentren bien, como saben trato de hacer lo mejor posible por que queden bien las traducciones, pero si encuentran algún tipo de error no duden en señalarlo, así podre corregirlo.

Sin mas que decir, que disfruten.

***

"La elección es tuya".

Lena podía oír su propio corazón retumbando en su pecho. La pálida expresión del rostro de Kara no delataba demasiado, sus ojos estaban fijos en el lugar donde Lena sostenía su muñeca con fuerza.

La gigantesca sala estaba inquietantemente silenciosa; era como si nadie moviera un músculo.

Su atención sólo se centraba en Kara; Lena intentaba mantenerse erguida y sofocar los temblores que amenazaban con apoderarse de su cuerpo. Le había ofrecido a Kara un trato justo, ahora le tocaba a ella decidir si se quedaba o se iba a la tierra.

Podía sentir la frialdad de su piel bajo su tacto, Kara solía ser siempre cálida, como una manta térmica. ¿Por qué se sentía tan fría ahora?

Lena habría hecho todo lo posible por recuperar esa calidez hace sólo unos días, pero ¿por qué sus ojos, habitualmente cálidos, se sentían tan distantes? Era como si la Kara que ella conocía se hubiera ido y ésta fuera una persona completamente diferente. Tan rota, deshecha y recién herida.

- "Lena, por favor..." Esa débil voz era agonizantemente suplicante en contraste con su despliegue de autoridad hace apenas unos minutos. Era la máxima evidencia de que al menos Lena estaba a cargo de su caída o curación.

Lena debería haberse sentido asustada ya que había muchas variables en la ecuación. No sabía qué esperar de Kara o de ella misma, todo era tan sombrío, y sin embargo estaba tranquila. Estaba tranquila cuando dio un paso hacia el portal, su agarre en la muñeca de Kara se tensó y obligó a Kara a seguirla. Pero no llegó a dar un segundo paso ya que la otra mano de Kara la detuvo y llamó a los operarios con voz sombría:

- "Cierren el portal".

Lena estaba tan cerca; la tierra estaba a su alcance si sólo pudiera...

Pero vio cómo el crepitante resplandor púrpura disminuía rápidamente. Dejó escapar un suspiro que estaba conteniendo, era difícil decidir si era de alivio o de decepción mientras permanecía en silencio.

La mano de Kara se desprendió de la suya cuando sus ojos se encontraron por última vez antes de que Kara se diera la vuelta y se dirigiera hacia el cuerpo frío y rígido de Imra que yacía en el suelo. La levantó en brazos con solemnidad y envolvió el cuerpo con su capa desgarrada, luego salió de la habitación con pasos firmes dejando atrás decenas de rostros sombríos.

Lena observó la sangre que manchaba el suelo, los restos que traían los recién llegados y tantos ojos curiosos que la miraban. Sentía que su respiración se hacía más pesada por segundos, no era consciente de que estaba corriendo hasta que sus rodillas cedieron y su visión empezó a volverse borrosa.

Dos pares de manos la atraparon antes de que se desplomara en el suelo.

Sam se paseaba frente a la ventana; se mordía las uñas de la agitación. Lena dormía profundamente en su cama desde el momento en que sus guardias la trajeron aquí. No quería analgésicos ni medicinas, sólo quería enterrarse en la cama y dormir. En cuanto se durmió, Sam vino a ver cómo estaba, estaba preocupada por la salud de Lena, tanto física como mentalmente.

Estaba más vulnerable que antes; aislada en un planeta que no conocía, tratando de procesar las mentiras que habían destruido su confianza.

Sam tenía que estar aquí para ella, más que nunca.

NO PUEDO EVITAR ENAMORME DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora