Somos amantes, escondidas bajo las sábanas

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Nota del autor: Les advierto de nuevo, este capítulo puede incluir algunas cosas perturbadoras para ustedes, así que si se sienten incómod@s mientras leen en algún momento, siéntanse libres de dejar de leer.

Advertencia Breves menciones de autolesiones y pensamientos deprimentes

***

Lena exhaló y gimió tras levantarse de la cama. Hoy era el día que había elegido para hablar con Kara sobre el... cosa.

Se había decidido, aunque había algunas dudas en su mente, iba a estar firme su decisión. Lo único difícil era enfrentarse a Kara, decirle que no iba a quedarse con el bebé. Pero cada vez que se imaginaba cómo reaccionaría Kara, tenía una sensación terrible. Porque este bebé era una parte de ella como lo era de Lena. Y anticipar la inevitable decepción y el dolor en sus ojos era suficiente para hacer que su corazón se apretara en su pecho.

Pero nada podía hacerla cambiar de opinión ahora, no después de todo lo que había pasado. Apenas estaba sobreviviendo y ahora, traer a una pequeña persona indefensa e inocente a la mezcla sólo resultaría en un desastre. Su vida estaba llena de errores y encima estaba el estigma de ser una Luthor, aunque este bebé iba a ser medio kriptoniano, también iba ser medio Luthor. Y el mundo o el universo no necesitaba más Luthors, especialmente después de Lex. Tal vez fuera una especie de bendición que Lena no fuera del todo una Luthor también.

Se tomó su tiempo para prepararse, por mucho que temiera hablar con Kara, debía concretarlo hoy. Porque el médico le había dado cita para una semana después, y había insistido en notificar al padre del cachorro sobre el embarazo. Lena había esperado que el hombre corriera a Kara y le contara todo a pesar de que Lena le había pedido que lo mantuviera oculto por un tiempo. Pero para su sorpresa, el hombre fue fiel a su palabra. Lena había ido a una segunda revisión sólo unos días después, y el hombre fue tan profesional y discreto como antes. Esto era algo que Lena adoraba de los kryptonianos y de otros alienígenas, aunque su lealtad a Kara era profunda ya que era su llamada "salvadora", tenían estos principios y código moral. No era algo especial para los médicos, Lena lo había visto también en el trabajo de los ingenieros y la había dejado asombrada.

Lena encontró a Di-Ra esperándola en el gran vestíbulo, pero Tor-An no aparecía por ningún lado.

- "¿Dónde está Tor-An?" Dijo mientras se deslizaba la bolsa de uso general sobre el hombro. Estaba dando esos paseos diarios al centro de la ciudad para encontrar algo que funcionara mal y poder arreglarlo. Después del éxito con las centrales eléctricas, la gente estaba más relajada cuando Lena estaba cerca. Ayer, un niño se acercó a Lena para pedirle ayuda con su juguete roto.

Di-Ra se encogió de hombros y le abrió la puerta.

- "Dijo que se trataba de su familia. Y nos asignaron a otra persona para que lo sustituyera, ya que  la Princesa se unirá a nosotras, así que  no estaremos solas".

La mano de Lena que sostenía la bolsa se tensó y exhaló una pesada respiración. No pudo dormir anoche porque temía esta charla con Kara. Empezaron a recorrer su camino habitual con Di-Ra, pero la mente de Lena estaba en otra parte. Estaba pensando en la forma en que Sam había reaccionado cuando Lena le compartió la última noticia, apenas un día después de que se enterara de que estaba embarazada.

- "Sam, estoy embarazada".

Sam estaba mirando algo en su tablet, así que su mente estaba preocupada.

- "Oh, eso es tan agradable de escuchar..."

Lena entrecerró los ojos y esperó el inevitable estallido. Sólo tardó un par de segundos más, ya que Sam levantó rápidamente la cabeza y pareció desconcertada.

NO PUEDO EVITAR ENAMORME DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora