VI

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PDV ARI

Llegaba a las clases después de haber dormido todo el fin de semana. No quería pensar en... Lo sucedido el día viernes en la noche con Andrés.

Estaba en los casilleros cuando mis oídos escucharon una melodía conocida, pero las notas se escuchaban muy altas y no en el tono correcto.

Con curiosidad caminaba hasta la sala de dónde provenía el sonido del piano... Encontrándome con Andrés. Jugaba con uno de sus rizos e intentaba tocar las notas.

— Hola — sonreí al ver cómo captaba mi voz casi al instante.

— Hola — me sonrió de vuelta para volver su vista al piano y a sus partituras.

— ¿Que tocas? Aaaa, la canción de la escuela. — me acerqué a él y caché al ver las notas (porque yo si sabía leerlas)

Empezó a tocar nota por nota, combinando su voz para intentar ver cuál era adecuada. Aunque así no se hacía.

— Estás tocando las notas del soprano, debería ser la de la melodía. ¿Eres tenor verdad? — aunque la respuesta era algo obvia igualmente pregunté.

— Si — y siguió combinando las notas con su voz.

— Andrés, ¿No sabes tocar las notas verdad? — sonreí al ver su cara de desilución y su forma de decir que no.

— No, estoy aprendiendo — regresó su vista hacia a mí y me sonrió.

— Pero lo estabas tocando bien.

— Solo toco de oído, pero... — bajó su mirada hacia sus dedos y luego otra vez me miró — ...¿Porque no... me enseñas tu?

Con una sonrisa me acerqué hasta tocar las teclas del piano, pero al no estar cómodo me senté a su lado. Sacándole un ligero susto.

— Perdón — me disculpé

— Tranquilo.

Y con eso empecé a tocar las notas escenciales de la partitura. Terminando con tocar el coro de la canción.

Me voltee con una sonrisa presumiendo mi habilidad (aunque tomé clases desde hace algunos años) el solo me sonrió de vuelta y rió nervioso mientras aplaudía.

— Bien. Muéstrame que sabes hacer — lo reté. El suspiró y puso sus manos sobre el piano.

— Claro... — se escuchaba presionado y con algo de nervios.

Desvío su mirada de mis ojos al piano, y empezó a tocar algunas notas que el pensaba que eran las correctas. Pero obviamente no lo eran. Reí al ver cómo sus dedos tocaban al azar y se tropezaban entre ellos.

— Tienes que empezar con estas tres — quité sus manos y puse las mías, señalando las correctas para que se oriente.

Y al parecer si funcionó, tocó lo mismo que yo casi a la perfección. Para al terminar sonreírme de forma victoriosa y superior. Ambos reímos.

— Si así, lo lograste. — le dí una palmada en la espalda, tomándolo desprevenido.

— Emm... Sobre... — suspiró — Lo que pasó el viernes en la noche... — un escalofrío recorrió mi cuerpo fugazmente, mis nervios se dispararon y con nerviosismo pasé una mano entre mi cabello. — Eso fue... — una sonrisa apareció en sus labios. — Solo quería decir que....

— Creo que sería mejor si deberíamos... Olvidarlo... — mis facciones cambiaron de cierta emoción a una expresión neutral.

Si esto se difunde haré otra estupidez. Primero lo de la fiesta y la pelea. ¿Ahora esto? ¿Que pasaría si todos descubren que el segundo príncipe se haya besado con un hombre? ¿Y encima que le haya besado de vuelta?

-La corona- (Spartor - Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora