IX

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PDV ANDRÉS

Llegaba a la casa de mi padre para poder ver si podía conseguir algo que me ayudaría a pagar el dinero a la escuela. Pero al no recibir respuesta por parte de mi padre entre a la fuerza.
Manipulé la cerradura y entré sin problemas... Pero al entra recuerdos de mi infancia llegaron a mi mente.

Mirar a mi padre en ese estado me ponía alerta y ansioso... Estaba tirando en el suelo con muchas botellas a su alrededor y con algunas pastillas en su velador.
Sin perder el tiempo caminé hasta el y con fuerza lo cargué hasta el sillón. Recostando su cuerpo en estado de ebriedad. — Maldito ebrio... — susurré.

Agarré lo que necesitaba y salí de la casa dejando todo como estaba.

[•••]

Mientras me bajaba del autobús pude apreciar mejor el paisaje... Hace no mucho tiempo el calor del verano era más que presente. Pero ahora los árboles ya estaban casi sin hojas... Dejando al ambiente con un frío tenás y con los colores dignos de ese frío, café, gris y un poco de rojo...

Me bajé del bus y divisé mi objetivo a lo lejos... Angus, el era el objetivo. Me acerqué a él y cuando ya estaba al frente lo llamé, porque no se había dado cuenta de mi presencia por los audífonos que llevaba.

Saqué las pastillas que había robado de mi padre y se las aventé a sus brazos. El abrió la funda y me miró incrédulo.

— Ten, véndelas — así me pagaría y me haría un favor. — así podrás pagarme lo que me debes.

Su sonrisa incrédula era lo que más se notaba en su expresión, además de pequeñas risas igual de sorprendidas.

— ¿Es un juego? No lo haré — las apegó a mi para que las tomara, pero yo ni siquiera saqué las manos de mis bolsillos.

— No estoy jugando — el de ojos azules al escuchar que había gente cerca, tiró la funda con todos los medicamentos. — Vas a pagarme hasta el último centavo — amenacé.

— No podré pagarte nada — se dió la vuelta... No iba a dejar que me trate así. Un pequeño chantaje se me vino a la mente.

— Supongo que no te importa que se sepa.

— ¿Que? — se volteó.

— Que estás en quiebra — atacaría su orgullo hasta que ya no pueda más.

El sonrió con asombro. Tal vez creyendo que no iba a hacer nada y que solo me quedaría con los brazos cruzados. Pero al equivocarse y ver qué voy enserio, se agachó y levantó las pastillas con la misma sonrisa.

— ¿Sabes que? Con los exámenes se venderán rápido — se agachó hasta mi altura (porque si, era muy alto) — pero luego cerrarás la boca — cambio su semblante.

Yo asentí y el solo se recompuso. Haciéndome sentir insignificante y pequeño. La diferencia de altura era bastante, al menos una cabeza más alto que yo...
A diferencia que con Ariel la diferencia es solo de 7 centímetros. Lo suficiente para que el se tenía que agachar para mirar mi cara de frente.

[•••]

En los siguientes días recibía pagos de Angus. Eran pequeños... Pero iba pagado su deuda poco a poco.
Hasta el punto en el que ya había pagado completo lo del alcohol de la fiesta.

Guardé mi teléfono al verlo entrar... Ya no parecía estar mal. Su sonrisa era notoria y como se divertía con Marion.

Un pequeño enojado transcurría por mi ser con cada saludo, sonrisa y palabra que se daban. Y al parecer Angus también estaba igual, su mirada de enojo era clavada en Ariel.
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PDV ARI

-La corona- (Spartor - Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora