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PDV ARI

No sabía que sentía en este momento...
¿Esto era correcto? Para mí conciencia la respuesta era más que clara. SI.
Tenía todo el derecho de ser feliz y con más razón al ser yo el heredero al trono de Suecia.

No sabía que tan rápido uno se podía enamorar perdidamente de alguien.
Pero la respuesta llegó a mis ojos al verlo a mi lado dormido.

Los rayos del sol impactaban en su piel pálida y blanca, haciendola brillar ante la luz que llegaba por mi ventana.
Con una mano empezé a trazar una línea siguiendo su columna.
No lo tocaba, simplemente guiaba mi mano desde su cintura hasta sus hombros, llegando hasta sus mejillas y por fin tocar esas mejillas bien formadas y con cierto rubor natural en ellas. 

Un suspiro provino desde su nariz, dando como señal que iba despertando.
Quité mi mano lentamente y esperé hasta que sus ojos ámbar se abran y me den ese esplendor.

No tardó mucho.

Su mirada contactó con la mía y sonrió al ver que todo lo que vivimos hace unas horas era real. Su sonrisa era hermosa y provocó una en mis labios.

— Hola — le susurré al quedar frente a frente. Ya que el parecía dormir boca abajo.

— Hola — me respondió con la voz ronca, aunque sinceramente no era mucha la diferencia, pero el tono adormitado era un tono que no saldría de mi cabeza. — ¿Cómo te sientes?

— Mejor — amplíe mi sonrisa. — ¿Y tú?

— Bien... — frunció el ceño — pero tienes... Un terrible aliento.

Sus ojos se cerraron y se puso boca arriba, supongo para seguir durmiendo.

Mi mano subió hasta mi boca y soplé, dándome cuenta de que mi aliento si era pésimo.

— Ay que asco — y con eso empecé a soplarlo, solo pude sonreír al ver cómo el fruncía más las cejas e intentaba cubrirse de mi aliento. — ¿Huele mal?

— Si — con una mano bloqueo el camino de mi aire con su nariz. Y seguí soplando molestándolo, tomé su mano e intenté joderle con lo del aliento.

Tomé ambas manos y las inmobilisé con una de las mías. Soplando su rostro causándome risa cada vez que su cabeza se movía al oler mi aliento.

— ¿Oye que hacer? Suéltame, te apesta la boca — dijo entre risas moviéndose abajo de mí.

Logró liberarse y tapar mi boca con una de sus manos.
Me miró a los ojos y me atrajo hasta el, atrapando mis labios con los suyos en un beso de pocos segundos. Sonreí al ver su sonrisa y ataqué sus labios con crudeza.

Me subí sobre el aún con las sábanas tapándonos, aunque no traíamos ni una sola prenda en nuestros cuerpos. El beso era intenso, pero un toque fuerte en la puerta logró separarnos de golpe.

— Amm — quedé boca arriba en el cobertor — ¡Ya desperté! — grité.

— Solo quería recordarle que el desayuno termina en 5 minutos — dijo Malin del otro lado de la puerta.

Pude escuchar la risa de mi contrario, parecía que en cualquier momento nos escucharían y me metería en problemas.

— Cállate — le susurré dándole un pequeño codazo.
No sirvió de nada eso, seguía riéndose en voz baja y pronto estallaría en risas.
— ¡Ya voy! Gracias, gracias Malin — dirigí mi mirada hasta el para ver sus ojos achinados por la risa y repetía lo último que dije.

— Gracias Malin — repitió aún riéndose acomodándose a mi costado izquierdo.

Yo también me acomodé para estar frente a frente. Mirando sus facciones con más atención... Debía admitir que si era bonito, no tenía diferente a mí.
Aunque el sea extranjero casi no había una diferencia.

-La corona- (Spartor - Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora