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Wooyoung se aseguró de cerrar bien la puerta, tomó a San de los hombros y lo empujó hacia la cama, Wooyoung subió a sus piernas, San lo abrazo por la cintura lo giró haciendo que ambos quedarán acostados mirándose el uno al otro.

Wooyoung quedó un poco sorprendido pues sus planes eran otros.

Cuando sus rostros estaban a milímetros de distancia ambos miraban detalladamente el rostro del contrario, San miró el lunar debajo del ojo del menor, el lunar en sus carnosos labios.

Wooyoung miró los pequeños ojos del mayor y sus labios delgados y atractivos.
Ambos comenzaban a acercarse más y más, cerraron sus ojos y sintieron sus labios rozar con los del otro, haciendo que esta sensación hiciera que sus corazones se aceleraran, y que sus estómagos sintieran un nudo de emociones.

El beso había comenzado con un vaivén suave entre sus labios, disfrutando cada roze como si de un dulce se tratase, Wooyoung chupaba los labios del mayor sintiendo ese sabor dulce de sus labios.

El beso empezaba a subir de intensidad, cuando ambos abrieron más sus bocas para disfrutar aún más del contrario, dejando que sus lenguas exploraran toda la zona.

Wooyoung tenía sus manos en la nuca de San apegandolo aún más para profundizar el beso, las manos de San recorrían y acariciaba la espalda del menor.

Cuando el beso comenzaba a subir aún más fue San quien con dificultad logró separarse poco a poco de los labios de Wooyoung.

— Me gustaría saber la historia de Dongsun. — se atrevió a decir mirando a los ojos del menor, mientras estaban en la misma posición sin intenciones de separarse, pues de alguna manera estar así de juntos los hacía sentirse bastante bien.

— Hace cuatro años. — comenzó hablando el menor. — yo tenía tan solo veintidós años cuando ya me relacionaba con la mafia pero no formaba parte de esta como tal.

San prestaba completa atención mirando los ojos del menor y de vez en cuando bajaba su mirada a sus labios.

—Cuando me metí en problemas con un psicópata, su nombre era Ji-hu, y llegó el día en que me tuve que enfrentar a él, estábamos peleando con palabras cuando llegó la policía, él quiso escapar lo más rápido posible, paró a un auto que pasaba por ahí, bajo a las personas, era una pareja joven, la mujer tenía un bebé de cuatro meses en sus brazos, ambos estaban bastante asustados, sobre todo por Ji-hu que lucia bastante terrorífico se veía capaz de matar lo que fuese tan solo por sobrevivir, los gritos y llantos de la mujer le desesperaron que como si se tratase de un animal les disparo a ambos sin piedad, la mujer cayó de rodillas y hasta su último suspiro sostuvo a su bebé, Ji-hu escapó, yo me acerque a la mujer, tome al bebé en mis brazos, ella me miró y con su último aliento me dijo que por favor cuidara de Dongsun.
San miró como los ojos del menor se llenaban de lágrimas y éstas escurrian por el rostro de Wooyoung.

San de inmediato limpio las lágrimas del menor con sus dedos y se atrevió a dejar un suave beso en las mejillas del menor a lo que Wooyoung respondió con una cálida sonrisa y dejó un beso en la perfilada nariz del mayor.

— Y así fue como me convertí en padre. — soltó Wooyoung con una leve sonrisa.

— Admiro el valor que tuviste para tomar esa respondabilidad.

— Me sentí culpable. — susurró el menor.
— Pero no lo eres.

— Ni si quiera se si hice bien en tomar a Dongsun, a veces pienso que si lo hubiese llevado a algún horfanato hubiese vivido mejor. — sollozó el menor quebrandose en las últimas palabras.

San lo apretó a su cuerpo y Wooyoung escondió su rostro en el cuello del mayor.

— No soy un buen papá y no sé cómo serlo, últimamente me la he pasado pensando en otras cosas y casi no he estado con él, y no quiero que le pase nada por mi culpa, quiero protegerlo con mi vida. — sollozaba el menor apretando con sus manos en forma de puño la camisa del mayor.

• 𝐅𝐑𝐀𝐆𝐈𝐋 ✗ sanwoo/woosan. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora