Extra

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Era mi primer día como estudiante de preparatoria y estaba emocionado pero también nervioso.

Lo bueno era que tenia a JiMin a mi lado, para suerte a ambos nos tocaba el mismo salón y eso nos facilita mucho.

Sorpresivamente todos lo aceptaban de una u otra forma. Y no solo fueron unas cuantas personas. Sino que toda la escuela querían ser amigos de él.

Por una parte estaba feliz de que no solo fueran él y JiMin pero por otra parte le agobiaba todo eso.

Porque incluso solo estando con el rubio, habia veces que quería estar solo.

Solo como aquel chico...

Si, ese chico de cabello castaño algo largo, ojos almendrados protegidos por unos lentes, labios gruesos y rojos, similares a un par de cerezas.

Ese chico era tan lindo...

—¿Qué es lo que observas?—Preguntó Sana.

—¿Miras a ese chico?—Ahora era Mina la que preguntaba.

—Sí—Respondió sin ocultar su interes—¿Saben quien es?

Todos negaron.

—Nadie habla con él así que nadie sabe como se llama o de dónde viene—Decía Moon Bin—S
Dolo sé que es un Sunbae.

Después de eso, JungKook solo se la pasaba observando aquel chico del que no sabia nada. Pues no tenia el valor de acercarse.

Hasta que un día, ya harto de ser un cobarde, se armo de valor y fue a preguntarle su nombre.

Pensó que seria un fracaso, pero gracias a la todos los seres magnificos que existian, fue todo un éxito. Y así día a día se le acercaba, ya sea para intercambiar unas cuantas palabras, incluso involucró a JiMin en todo esto. Después de todo este era consciente del interes de su amigo con ese chico llamado SeokJin.

Con el tiempo se volvieron amigos y sin darse cuenta, se enamoró de él. En verdad es que ese no era su objetivo, de hecho solo se le habia acercado porque le causaba cierto interes y quería saber el porque. Sin embargo, nunca sale lo que uno planea.

Por lo que siguió con lo mismo hasta que se dio cuenta de que SeokJin estaba sintiendo lo mismo que él.

Por eso, seguro le dijo a JiMin que le dijera a SeokJin que lo estaría esperando en la biblioteca.

Pero él no llegó, incluso si su amigo le había repetido muchas veces que si le aviso.

Su corazón se rompió cuando supo el motivo y el comportamiento que su sunbae estaba teniendo con él. Todo era diferente y el estres de la escuela lo hizo derrumbarse en el festival del día de deportes.

Sin embargo, esa misma persona que había causado su mayor tristeza, hizo que viviera una gran felicidad al darle otra oportunidad de tener algo bonito.

Y por esa razón él participo en el festival e incluso gano con diferencia, ganando una medalla. Pero la enorme sonrisa que sale en la foto de aquel momento no se debía al premio que le dieron en el evento, sino porque eso significaba que podria estar en una relación con la persona que más queria.

Su relación era hermosa, era cierto que pasaron por momentos difíciles pero incluso con ellos, nada pudo detener el amor que sentian ambos.










Muchos años después.







—SooBin, ¿Ya te lavaste los dientes?—Le preguntó mientras le ponía ropa limpia al bebé.

—Sí, papi—Respondió sonriente.

—¿Y tu hermana?—El niño se le quedo mirando, sin saber que decirle—ve y dile que lo haga.

El niño asintió y ya se marchaba pero JungKook le volvió a hablar.

—Y dile a tu padre que se apure que ya se nos va hacer tarde.

El niño volvió a asentir y esta vez si salió corriendo en busca de hermana mayor y su padre.

—Listo, BeomGyu—Le dijo al bebé—ya estas limpio y muy lindo. Bueno, tú siempre eres lindo.

El bebé rió por lo que su papi le había dicho, incluso si a sus 2 años aún no entendia lo que le decía.

—Ya les dije, papi—La voz del pequeño castaño se volvió a escuchar.

—¿Por qué demoran tanto?—Preguntó colocando al bebé con cuidado.

—RyuJin dice que papá se demoro mucho en peinarla—Le respondió—y por eso papá aun esta arreglándose.

JungKook negó con la cabeza, siempre pasaba lo mismo cuando SeokJin alistaba a cualquiera de sus hijos.

Después de 10 minutos, el mayor bajó, siendo el unico que faltaba.

—¿Ya estas listo, Kim SeokJin—Le preguntaba con los brazos en la cadera— o necesita más tiempo?

—No necesito más tiempo, Kim JungKook—Le dijo atrayéndolo hacia él—lo que quiero ahora es pasar mi tiempo con mi familia.

Y lo beso antes de que el menor le contestara.

—Puff, vamos que los niños nos esperan en el coche.

Y ahora fue él quien beso al mayor.

SeokJin sonrió y le tomó la mano al hombre de su vida y ambos salieron.

De rodillas, Alteza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora