000

1.6K 104 0
                                    

Si era honesta, Rebekah siempre supo que terminaría de esa manera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Si era honesta, Rebekah siempre supo que terminaría de esa manera. Una vez que Klaus comenzó a plantar dagas en sus hermanos, Rebekah supo que no había vuelta atrás.

Y luego con la implosion de la relación entre ella y Elena, luego de que esta clavara una estaca en su corazón y la matara por las místicas razones del eje del ala proncipal. Rebekah comenzó a arrepentirse de muchas cosas. Y vaya que tuvo mucho tiempo para ello.

Una parte muy pequeña en ella había esperado que mil años de perfecta lealtad, años de soledad e indulgencia, le ganaría algún tipo de venganza a su muerte de parte de Nik.

Algún tipo de alivio, o paz. Es lo que ella hubiera hecho por él.

Rebekah se sintió estúpida por haber pretendido ser algo más que un medio para manipular, o, controlar por su hermano.

Rebekah, estuvo del otro lado todo este tiempo, viendo, observando, perdiendo la voz a medida que los eventos pasaban.

Había presenciado la muerte de ambos hermanos desde el otro lado. Que la condenen si ella no había llorado, pedido ayuda con la garganta roja, con los ojos rojos, y la cabeza ya un poco desquiciada.

Ayana, vino a verla luego de que corriera el rumor entre los espíritus de que la vampiro original buscaba sin éxitos a los otros. Todos sabían que era inevitable.

Pero, por alguna razón, nunca se reencontraron.

También supo que la deserción de la figura materna más estable en su vida humana, era inevitable, tal vez fue su trato silencioso, tal vez sus ojos perdidos y ensimismados en la vida de sus hermanos, que se desarrollaba como una película frente a ella, y de la que ya no podía ser parte.

La ex-original sintió verdadera incongruencia en la larga de su existencia, vivió muchos años, verdadera inmortal, puede sentirlo en los huesos o en la manera en que la vida se vuelve aburrida y rutinaria, como si apenas lo hiciera. Vivir.

Ya no siente la emoción, de buscar placer y poder. Ya no recuerda cómo era.

Fue su último pensamiento antes de que la oscuridad reinara en su visión y aislara su consciencia de sus propios juicios.

Y el primero cuando se despierta.

. •°¶°• .

Rebekah no se levanta abruptamente, es más, todo lo contrario, siente el hambre dejando al descubierto sus colmillos pero no hace ademán para levantarse y desgarrar la yugular del hombre que recuerda vagamente por su sabor. Aún en su neblina hambrienta y homicida.

Siempre fue muy consciente de su alrededor luego de una desecación de años por la daga de Nicklaus.

Todos sus sentidos intensificados, hasta el punto de volver al asesino más disciplinado y profesional, un completo desastre.

Pero esta vez, el hambre queda en segundo plano. Sus emociones y recientes sentimientos anidan su pecho, dificultando su mente junto con los pensamientos recientemente dormidos.

Hace que el trabajo de respirar sea difícil. Y es una verdadera estupidez, ya que recuerda haber estado muerta en los últimos diez años, casi once.

En su estado de vampiro, nunca lo necesitó tampoco pero lo hacían por la simple costumbre humana. Un reflejo.

Recuerda vagamente el momento detonante en que su vida fue en declive. Se despertó un particular día templado de Septiembre en 2011. No lo registró en su momento, demasiado inmerso en Stefan Salvatore. Pero hoy, lo hace.

Registra los detalles del descuidado almacén mientras sale de su ataud. Registra a su víctima, el cual expone sumisamente el cuello.

Ella desprende su cuello con dientes cerrados. Pero la extraña sensación de no saberle a nada, sacia a su vez el hambre. Quemandole el vientre como alcohol puro.

Desposita su comida con más cuidado del que debería sobre el suelo. Y comienza la búsqueda de dónde se encuentra. O mejor, cuándo lo es.

Los bolsillos del hombre se encuentran vacíos, pero aún no le sabe a deriva.

Ella se hace una idea. Todo es un dejá vu. Y no está dispuesta a correr con el mismo destino.

Se gira al par de ataúdes detrás. Además de suyo. Recuerda vagamente la línea de acontecimientos, pero sabe que Elijah no se encuentra aquí. Y lo siente por él. Pero sabe que su lealtad, es aún más arraigada que la de ella y en algún momento la volverá a convencer de unirse al equipo de rescate de Nik y los problemas que parecen perserguirlo. Volviendo al círculo vicioso del que trata de huir desesperadamente.

La primera vez que despertó aquí, ella se encontraba tan furiosa, indignada y traicionada. Fue un siglo desde que Nik se aventuró a quitarle la daga, obviamente necesitaba algo de ella.

Hoy tan solo una sonrisa amarga se asoma antes de quitar la tapa del primer ataúd. Finn.

Su querido hermano vikingo. Ha hecho tantas cosas mal con él. Comenzando con no atreverse a enfrentar a su hermano bastardo. Finn tan sólo era un niño traumado, estancado en el día que le arrebataron a su querida hermana y el peso del secreto que su madre injustamente acarreó en su yo, de niño.

Cierra la tapa, tras una caricia. Y se aventura al siguiente, Kol.

Nunca conoció un espíritu más salvaje que el suyo y lo admira por ello. Reconoce haberlo juzgado por ser tan descarriado. Pero fue el primero y único en prender una vela para ella en navidad. Y aun atesora el íntimo momento.

Avanza al siguiente pero se detiene al sentir la magia selladora en él. Es tan poderosa y antigua, que le es familiar, sembrando una amarga semilla en la boca de su estómago.

Madre. O mejor conocido, cómo la bruja que condenó a esta familia y la única que podría salir bien parada. Quién lo único que desea es la absolución a sus malditos errores, mismos que cree que se los darán sus hermanos brujas, igual de jodidas que ella. Y hará lo que sea para conseguirlo. Le consta.

Abandona sin remordimientos el ataud de su madre.

Saliendo con ambos ataúdes de Chicago, para el final del día.

Ella no sabe como se las ingenia para encontrar un vehículo lo suficientemente grande cómo para huir con ambos hermanos. Pero lo hace.

Nicklaus, la primera vez, la había guiado en esta nueva época para serle útil al final del día. Y de alguna manera, rindió sus frutos.

Ahora sólo necesita desesperadamente huir con Finn y Kol tan lejos por las colinas y no volver en los próximos siglos.




















🦂_

𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻 𝒀𝑶𝑼| Rebekah Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora