𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻 𝒀𝑶𝑼| Rebekah Mikaelson

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Las lágrimas acabaron en algún punto del crepúsculo y su pecho se calentó de una forma que no lo hacía en décadas. Kol y Finn se quedaron a su lado toda la noche. Consuelo lejano y frío, pero así son los que más fueron dañados.

No había vuelta atrás a partir de hoy. Una nueva etapa se abría paso para los olvidados y ella no podía discernir, si para bien o para mal. Pero con Klaus en Mystic Falls, deseoso de su cabeza por aquella perfidia; una cuestión de venganza para Rebekah. Y una cuestión de territorio para Klaus. El tablero estaba lejos de ser justo para los demás Mikaelson.

Sin embargo, esta vez, con Finn y Kol a su lado. Con una última oportunidad que compartiría con ellos, una carga y verdades que egoístamente decidió acarrear junto a sus hermanos mayores.

No obstante, ahora saben todo sobre Rebekah Mikaelson... No había mentiras, no había máscaras, no había segundas pieles... Solo Rebekah Mikaelson; la joven cuyo nacimiento se remonta en el siglo X. La penúltima y segunda mujer de una numerosa familia terrateniente.

La cuál deseaba sólo una cosa; una familia. Una gran familia propia en la cual demostraría que no repetiría el mismo ciclo destructivo y disfuncional en la que ella se había criado, con un padre dominante que creía que arreglaría los problemas domésticos y la falta de disciplina a base de golpes.

Tendría hijos con un prometedor hijo rico de alguna aldea -con el que su padre la prometió antes de siquiera tener uso de razón- y se mudaría tan lejos para escapar del horror doméstico que representaba su hogar. Viviría un período feliz con sus hijos en lo que restaba de su existencia, construyendo un hogar junto a ellos, en el que no interferiría su futuro marido, ya que este -el hombre que su padre escogió- siempre se mostraba despreocupado por lo que hiciera.

Y ella creía firmemente que un hogar sin amor y leve violencia machista de la época, era mejor que un ambiente similar al de su infancia.

Pero ese futuro ideal se esfumó, derramándose como su sangre alrededor de la espada de su santo padre, extrayendolos a ambos de su pecho...

¿Algo mejoró a través de los siglos?... No.

Todo aquél poder sin restricciones, aquella fuerza inigualable, velocidad, belleza exquisita e inmortalidad... Solo consolidaron el daño que todos los hijos, de una impía bruja y un despiadado Vikingo sufrieron en el pasado. Todo aquel dolor que el apellido de Mikaelson les causó a los seis.

A unos más que otros. Juntos o no...

Luego, después de que la sabiduría de siglos le demostró a la original con hechos que nada prosperaría de la lealtad incondicional, les uniría de las ilusiones, los cambiarían las esperanzas o los salvarían el amor. Rebekah comenzó a buscar lo que no encontraría en su familia, allí fuera...

Pero Nik llegó para obligarla a desistir antes de comenzar. Es lo que siempre hace, controlar sus vidas según su capricho. Según su deseo egoísta.

Y Nicklaus tiene un alma mezquina.