DOS DESTINOS UN SOLO AMOR

CAPITULO 13

Desde hace días sentía que alguien lo seguía y por más que trataba de averiguar de quien se trataba nada conseguía, la persona que lo estaba llevando a cabo era muy cuidadosa por eso opto por irse cada tarde a su apartamento de soltero, simulando que aún vivía allí cuando la realidad ya no le pertenecía

El portero que lo conocía desde hace tiempo le permitía ingresar por el parqueadero interno y después le abría la parte de atrás que solo se utilizaba en casos de emergencia y de ese modo podía irse tranquilo a su hogar junto a Betty

El divorcio de sus padres ya era un hecho y a pesar de que su madre puso demasiadas pegas nada consiguió, así que en apenas un mes más estaría legalmente divorciada y en esos momentos era la comidilla de toda la sociedad a la cual tanto culto le rendía

Lo otro que había pasado es que sus suegros se estaban haciendo participe de su vida y cada día estaban al lado de su amor, que tanta falta le había hecho. Cuando ella le contó que había tenido un acercamiento con ellos, él se alegró infinito las cosas de la vida ella recuperaba a sus padres y él solo a su padre, porque su madre ni siquiera lo miraba por no acatar lo que le pedía

Es que un día ella hablo con él con la intención de hacerle ver que se estaba equivocando y claro que le dijo una sarta de barbaridades como: "Que Marcela era su mejor opción "Que no podía dejar a su hijo a la deriva" "Que esa mujer solo estaba con él por su dinero" "Que de seguro era una muerta de hambre y que gracias a él escalaria posiciones" y mil cosas más que prefirió ignorar

Y como consecuencia de ello, no le hablaba y siempre estaba en compañía de Marcela, aunque claro que desde que se supo lo de su divorcio no apareció más por la empresa ya que de seguro no soportaría que la miraran con lastima y hasta con burla

Además ella tuvo que abandonar aquella casona la que tanto le gustaba y se jactaba con sus amigas, pero que en realidad no le pertenecía ya que era de la familia de Roberto y su convenio no incluía nada de lo que tenía en ese momento ni lo que adquiriera dentro del matrimonio, o sea en pocas palabras se fue como había llegado, eso si con un buen armario porque las joyas las había vendido para conseguir un par de pesos

Lo único claro en su vida, era que permanecería al lado de su mujer y que nada ni nadie los iba a separar. Además a ella ya se le notaba aún más la tripa y él era el más feliz por ello, porque su bebé algo que él había creado con tanto amor crecía dentro de ella

Se tomaba el cuello todo se le estaba acumulando y no sabía cómo seguir adelante, el abogado había interpuesto la denuncia en contra del médico y aun no sabían cómo terminaría aquello ya que al parecer el tipo se cuidada bien en lo que hacía. Vio su reloj las seis ya era hora de irse de seguro su mujercita lo esperaba con la cena lista y una exquisita noche de amor

Había notado que con el embarazo a ella se le habían disparado las hormonas y siempre buscaba la manera de seducirlo, como si hubiera necesidad de ello, lo seducía sin siquiera proponérselo. Ella simplemente le daba un beso o una caricia y él era materia dispuesta, una sonrisa froto de sus labios ante aquel pensamiento. Tomo sus cosas y se fue a presidencia a despedirse de su padre

A:(entrando a la oficina) Papá ya me voy
DR: Bien yo lo hago en unos momentos
A: ¿Quieres que te acerque a casa?
DR: No, no ya sabes que Jacinto me espera
A: Bien entonces nos vemos mañana que descanses
DR: Tu igual hijo y llévale saludos a Betty y a mi nieto
A: Claro que sí

Sin poderlo evitar sonrió su padre de verdad deseaba ser parte de su vida, solo que al recuperarlo a él, había perdido a su madre en el camino, las ironías de la vida. Estaba frente al elevador cuando se le acerco Marcela que lo miraba

Estaban esperando juntos el elevador cuando Marcela le dijo

MV: Me gustaría que fueras a mi apartamento esta noche
A: ¿Cómo para qué?
MV:(tragando saliva) Quisiera que habláramos de nosotros
A: Nosotros no tenemos nada de qué hablar, bueno solo del bebé que esperas