Creo que el estado físico de la nada es un compuesto líquido, una sustancia estelar resumida en un hueco vacío que permanece lleno, se que es algo porque lo siento en el pecho, aveces el alma me habla desde mi cabeza tratando de manifestar en palabras lo que no sabe sensar, tal vez todos seamos un racimo de esta nada en el árbol de la existencia, tan solo insignificantes granos de un material estelar que no tiene significado alguno. Vagabundos interdimensionales que convergen en espacios energéticos con cuerpos que vibran a nuestra misma frecuencia. Todavía recuerdo el momento en el que pude verme desde fuera, también los colores que tenía el mundo o ese mundo en concreto que no era el mío porque no los encuentro en mis días, cada ruido, gritos y voces, el pedido de auxilio, la señora gritando, la sensación de tener que llamar a mi vieja; el caos que me producía estar en silencio. Quizá de la necesidad que tengo de no sentir el vacío expreso lo que escribo, generalmente no tiene ninguna finalidad, tampoco principio, solo es algo, así combato a la definición de la palabra, haciendo que cualquier cosa reemplace al jugo negro que me está consumiendo, lo seco con conceptos secos, con crudeza humana para un mundo alienado, necesito un número de letras y palabras que sustituyan ese espacio ausente, esa verdad delirante, lo único real que existe en el universo, el vacío.