Hace bastante que me pierdo divisando un remanente del tiempo en mi incomprensión del presente, como una fractura en las profundidades de la mente drenando toda la luz. ¿Los pensamientos serán luz? No me siento iluminado cuando escribo, tampoco cuando pienso y mucho menos expresando lo que ocurre en mi realidad, aveces me parece más parecido a mi el yo de mis sueños que el que vive en mi estado de conciencia. Somos sensaciones distintas las personitas que viven tomando el control de mi vida, aunque tal vez solo busco restarle peso a mi pésima capacidad de tomar buenas decisiones. Sin embargo convivo con esta sensación de constante fluctuación de energías antagónicas e incomparables, me da escalofríos el solo acercarme al pensamiento de pensar en lo que podemos creer, cuanto caos podemos crear, cuanta paz creí cruel con cálidas caricias, cuanto contamos lo que callamos cuando ya carecemos de esas capas acorazadas por la cúpula del capaz con silencio cambiamos lo que hicimos aunque no lo quisimos. ¿Nunca va a terminar? ¿Cuando se va del todo? Quizá nunca frene esto de solo hablarle sin sentido al texto para buscar algunos secretos que no quiere contarme el subconsciente. Como si tuviera que descifrar lo que pasa cuando esta pasando ¿Tan complicado tiene que ser? Quizá yo solo me la complico, dentro de lo que sé solo es ruido, todo hace algún tipo de sonido ¿Y por qué no comprendo esta frecuencia sonora? Es tal la sensación que engaña al presente hasta cuando me siento ausente, es una balacera de manchones negros que cubren la pared de la entrada, pero las 4 paredes son iguales y ninguna tiene un lugar por el cual entrar, pues intenté salir de esta zona por añares pero es donde todavía sigo perdido, desorientado, estupefacto.