y como siempre aquel chico alto tenía que enamorarse, clap clap! aplausos para el, 1 año conociendo a la chica que ama para que su primera cita sea hoy, estaba tan nervioso que no quería salir de su habitación, pero es tan suertudo que tiene amigos de apoyar.
––¡¡¡Iván tienes que salir de la cama y abrirme la puerta, no vas a perder tu cita por tus nervios!!!
dijo David, un muy buen amigo de aquel pelinegro que lo apoyaba en.. casi todo.
––¡no! me rehuso
dijo aquel pelinegro para enrollarse en las sábanas
––¡¡abre o te rompo la puerta!!
dijo David, golpeando la puerta con un poco mas de fuerza aún
––¡rompéla entonces!
dijo el chico pálido escondiéndose entre las sábanas
––¡no me retes Iván!
dijo David levantando las manos detrás de la puerta, el pálido se levantó con todo el enojo del mundo y abrió la puerta
––¿¡contento?!
dijo el pálido con el cabello desordenado y en pijama, con los ojos llorosos y algo de helado en la mesa de noche que se encontraba al lado de su cama.
––¿¡estuviste llorando?!
dijo David abriendo los ojos en forma sorpresiva, mientras agarro el helado de forma disimulada y lo empezó a comer, que gran amigo David.
––¡no lo sé!, tengo miedo dab, ¿que pasa si no le gusta como soy? ¿O mi personalidad? ¿O la forma en la que se me ponen los labios cuando hablo?! ¿¡Que pasa si no le gusto?!!
dijo el pálido haciendo millones de preguntas mientras caminaba circularmente y David lo observaba mientras se metía grandes cucharadas de helado a la boca mientras asentía como un robot a todo lo que decía Iván
––entendible, pero debes ser tu mismo amigo, si ella en verdad quiere estar contigo te amara tal y como eres, además sos alto pibe y la tenés re grande, un diez!
dijo David alentando al pálido, aunque lo último sonara gracioso Iván no le tomo importancia y decidió aceptar a duras penas el 'consejo' de su amigo
––tenes algo de razón, en fin, ¿que me voy a poner?..
pregunto Iván sentándose al lado de David, agarrándose la cabeza desordenandose más el cabello en lo último que dijo.
––es un restaurante elegante o tipo, un restaurante súper cómodo?
Pregunto David mirándolo haciéndose una idea en la mente
––algo así, supongo que será algo normal
––entonces tengo el estilo perfecto!
jalo de la mano a Iván para llevarlo a su closet e iniciar una aventura de ropa, para la suerte de el pálido tenía más de 1 hora y media para alistarse, era una noche genial. Terminaron por elegir una camiseta con cuello de color azul oscuro, y un pantalón negro medio olgado y zapatillas negras altas.
––bien, ahora párate aquí.
Señalo David enfrente del espejo, Ivan se paró en esa dirección y David empezó a bañarlo de su perfume favorito, ambos se rieron pero al final Iván termino oliendo muy bien.
––hey, el toque final lo agrego yo
Dijo Iván poniéndole la mano para luego desordenar un poco el cabello y verse al espejo
––uh, por vos me hago gay
Dijo David mientras seguía comiendo un poco de helado
––eres un tarado dab, igual me veo normal
Dijo Iván obviamente mintiendo, tenía el ego por las nubes dentro suyo.
Ambos llegaron al lugar algo antes, y ahí se encontraban David y Iván, practicando como Iván lograría agradarle a la chica de la cual estaba enamorado hace un año.
––y que tipo de videojuegos juegas?
pregunto Iván con todo el nerviosismo del mundo para ver la cara de David que quería insultarlo en mil idiomas diferentes.
––es que sos un virgen de mier-..!!!
no pudo terminar la frase porque Iván se había quedado perplejo al ver a su chica llegar al restaurante, un vestido negro pegado que tapaba sus pechos pero formaba su cintura, zapatillas altas de color negro y una cartera de mano, no solía ser de maquillaje pero tampoco de andar desmaquillada, un poco de rubor y rimel junto a un brillo de labios, tenía el cabello ondulado y una sonrisa adornaba su estilo, el resplandor de sus ojos lo hacía perfecto. David seguía enojado después de todo y le dió un golpe en la nunca a aquel palido que reaccionó 2 minutos después como máximo.
––¿¡que te pasa virgen?!
pregunto David al verlo, se había quedado más quieto que un muerto
––¿eh?
pregunto el pálido desconcertado al escuchar a su amigo, volteando a ver a todos lados haciéndose el disimulado causando algo de risa de parte de David, era malísimo disimulando.
––heyy, cariño
dijo la pelirroja acercándose a él, con una sonrisa mientras que sus ojos se achinaban y abría sus brazos para recibir un abrazo, El pálido se quedó más y más embobado por cada actitud suya, llevaban 1 año conociéndose y a partir de los 9 meses ella empezó a decirle así, y aún así en su primera salida ella seguía llamándolo así.
el abrió sus brazos y los enrollo en su cintura
––hola bonita
dijo el sonriendo como nunca, para luego mirarla y que sus ojos brillarán, vaya conexión
––hola
dijo ella para sonreír y pararse de puntillas, para poder plantar un beso en la mejilla del pálido, el ante aquel acto se quedó más tieso que nunca.
––¡y yo soy David!
dijo el mostrándole una sonrisa cómoda con las manos posadas en los bolsillos
––ooh, hola!, es un gusto conocerte
dijo ella acercándose a abrazarlo, y aunque David trato de no abrazarla, tuvo que corresponder el amigable abrazo, Iván don celos le hizo muecas por detrás con la señal de 'devuelveselo y no vives', grandes amigos antes que todo.
––¿cual es tu nombre?
pregunto David rascándose la cabeza para luego empujar sus lentes hacia sus ojos, cosa de personas con lentes según su fuente.
––me llamo Samantha, me dicen Sally
dijo ella sonriente mientras que sus manos se movían cuando ella hablaba, padecía de ser una persona amigable y comprensiva, el pálido solo observaba cómo ella hablaba y se quedaba quieto con una sonrisa de lado
––genial!, Bueno Sally, y Iván, yo.. tengo que irme! Si eso, es que justo tenía que salir con unos amigos, lastima no poder acompañarlos, no mueran sin mi presencia, adiós!
dijo el más convincente y se fue sin más, en medio camino casi se tropieza con un hombre en bici, pero sigue siendo normal.
––tu amigo es divertido
dijo ella sonriendo, para luego agarrar la mano de el pálido y entrelazar sus dedos
––y mucho
dijo el para luego entrar de la mano con ella y disfrutar del resto de la noche.